La hegemonía del estalinismo
en Rusia y el nazismo en Alemania bloqueó las posibilidades de desarrollo del
psicoanálisis en Europa. Entre 1932 y 1941 abandonaron Europa los
psicoanalistas freudianos de la primera y segunda generación.
Junto a Pichon Riviere una
de las fundadoras de la Asociación Psicoanalítica Argentina fue Marie Langer.
“Nací en 1910 en Viena.
Tenía cuatro años cuando empezó la primera guerra y mi padre se fue al frente.
Yo quería ir con él. Pero las mujeres no iban. Sólo en el caso de que fueran
enfermeras. Desde ese momento deseé ser una profesional, ser enfermera.[1]
Para
lograrlo tuvo que batallar. Las mujeres en esa época recién empezaban a
estudiar carreras universitarias. Su madre quería que ella como su
hermana fueran dos buenas damas y que se casaran. La mandó a una secundaria
desde la que no podía acceder a la Universidad. Esa fue una de mis
primeras rebeliones: le comuniqué a mi madre que yo me inscribiría en un
Gymnasium para entrar a la Universidad. Entró a la Schwarzwald Schüle
que estaba dirigida por una feminista. La Directora había estudiado en la
primera Universidad europea en Zürich que admitió mujeres. En esa Universidad
también se formaron revolucionarias rusas. Era un colegio feminista
y marxista: muy caro para quienes podían pagar y gratuito para quienes no
podían hacerlo. Más tarde, los nazis lo clausurarían. Yo no tuve conciencia
de la importancia de ese colegio en mí hasta hace muy poco, ya de vieja y
leyendo una investigación que se hizo en Austria sobre ese colegio y su
directora.[2]
´De este modo, Mimi se acercó al marxismo y al feminismo.
Contaba que una maestra le
decía: "Hay gente que dice que no debes meterte en política. Sin embargo, si no participas activamente en la política,
igualmente harán política contigo".
Unos meses después que
estallara la Guerra Civil Española, los ingleses organizaron un equipo de
médicos y enfermeras para que colaboraran con los Republicanos, y allá se
fueron Mimi y su marido, que era médico cirujano. Tenía mucho miedo. Y si estoy aquí, es porque no fui la mejor ni la más heroica.[6]
Salir de Austria, la
protegió de los nazis, ya que era judía pero atea.. Como mujer me sentí
cómoda. Al comienzo, nuestra estadía fue de "turismo revolucionario",
pero en el frente de Jarama, nos topamos con la guerra. Aprendí
a coser heridas, enyesar fracturas. No teníamos antibióticos. Aprendí mucho en esa época.
En la Argentina retomó sus
contactos con el psicoanálisis. En Viena su análisis se había suspendido ya que
no era posible pertenecer a la Asociación Psicoanalítica y militar en la
Resistencia contra los nazis. Fundó junto con otros psicoanalistas la
Asociación Psicoanalítica Argentina, en la que tuvo una actuación muy
destacada.
Fue una de las intelectuales
que hizo su aporte a una de las revoluciones silenciosas de este siglo: el
cambio en la situación de la mujer. Ella se definía como feminista
en el sentido de querer mejorar la condición de la mujer en el mundo. Decía:
"Es feminista toda mujer y todo hombre que toma conciencia de la opresión
de que es objeto la mujer".
Tuvo la necesidad de que el
psicoanálisis tuviera una aplicación social. Junto con otros analistas fueron
cuestionando: los gastos excesivos para hacer la carrera de psicoanalista, el
temario de la formación de los psicoanalistas, el contenido ideológico, los
requisitos de ingreso, etc. Estas críticas se fueron constituyendo en la Plataforma
con la que habrían de renunciar a la APA y la IPA (Asociación Psicoanalitica Internacional). Ella fue una de los
psicoanalistas que renunció a ambas instituciones.
En 1974, tuvo que exilarse
en México, ya que estaba amenazada por la triple AAA en la Argentina por su
militancia en la salud mental. Así es que finalmente llegaría a México como lo
habían querido al salir de Europa”.
-Extraído de revista Topia.
-Langer, Marie: Memoria,
historia y diálogo psicoanalítico. Ed. Folios, México. 1981.