martes, 7 de marzo de 2023

CUADERNILLO DE ESTUDIO (PRIMERA PARTE)

 

HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA:

Durante varios siglos la psicología estuvo ligada a la filosofía, y recién a fines del siglo XIX se separa de la filosofía para convertirse en una disciplina autónoma. Se considera que la psicología nace como disciplina independiente cuando Wilhelm Wundt funda el primer laboratorio de psicología experimental en Alemania en el año 1879. Surge así la corriente llamada estructuralismo, porque su objetivo era el estudio de la estructura de la conciencia. Su método era la instrospección o auto observación controlada para aislar los elementos simples como las sensaciones, imágenes o pensamientos sobre los que se apoyaban los procesos complejos de la mente. Se pedía a una persona que describiera una percepción, por ejemplo al ver una imagen se le pedía que luego describa su color, tonalidad, intensidad, para luego describir los sentimientos generados por dicha imagen.

Se considera que con Wundt nace la psicología moderna.

Hacia fines del siglo XIX en Austria un médico llamado Sigmund Freud funda una de las corrientes más importantes de la psicología, el psicoanálisis. Freud nació en Freiberg en 1856 y murió en 1939 en Londres. La escuela que fundó tiene su origen en preocupaciones surgidas de la práctica clínica. Indagó acerca de las causas del padecimiento psíquico de las personas y su adecuado tratamiento. A partir del estudio de las afecciones psicológicas concibe un modelo que intenta explicar los orígenes del funcionamiento patológico y comprender el funcionamiento normal.

El objeto de estudio del psicoanálisis es el inconciente.

Freud luego de recibirse de medico había tomado clases con el médico francés Charcot, y con él se dedicó al estudio de la histeria. En las neurosis histéricas la persona presenta síntomas que no tiene un origen orgánico, y la causa se encuentra en la historia de la vida del paciente que explica su padecimiento psicológico. Freud con el psicoanálisis da respuesta a estas problemáticas, también atiende a pacientes que sufren de neurosis obsesivas y fobias.

Las características del modelo psicoanalítico son las siguientes:

-Se considera a la vida psíquica como eminentemente inconciente, la actividad del ser humano no puede ser explicada por la lógica racional sino a partir de aspectos irracionales del psiquismo.

-Se considera de suma importancia el periodo infantil en la formación de la personalidad adulta.

-Se da un papel importante a la sexualidad en el desarrollo psicológico, porque plantea que la sexualidad se construye asumiendo en la vida adulta una identidad sexual definitiva.

Su método es la asociación libre, prestando atención a las manifestaciones provenientes del inconciente, como los equívocos, los sueños y fantasías, con el fin de hacer conciente lo inconciente en el tratamiento psicoanalítico.

Entre los años 1920 y 1960 el conductismo fue una tendencia dominante en psicología, especialmente en Estados Unidos. Si la conciencia había sido el objeto de estudio del estructuralismo y el inconciente del psicoanálisis, la conducta será el objeto de estudio para el conductismo.

Esta corriente tiene como representante principal a John Watson, quien creía que la psicología tenía que ser como las ciencias naturales y utilizar su mismo método, la observación. La psicología para ser una ciencia objetiva debía dejar de estudiar la conciencia y el inconciente, debido a que no eran observables, solo es posible observar la conducta.

La conducta humana es explicada como producto del aprendizaje del organismo en un ambiente determinado. Así los estudios psicológicos se centran en el aprendizaje. Todo el comportamiento humano puede ser aprendido.

Se pretendía que los objetos de estudio para la psicología sean medibles y observables; así es que la conducta es el objeto de estudio hegemónico, porque puede ser observada, medida y controlada, a diferencia de la conciencia, el inconciente o los procesos mentales. El conductismo postula una psicología objetiva y experimental.

Los distintos estímulos provenientes del medio determinaban los aprendizajes, por lo que se consideraba que había que operar sobre la influencia ambiental más que sobre los factores internos del individuo.

Esta corriente no contribuyó al estudio de las emociones, la memoria, el pensamiento y el lenguaje por centrar su estudio solo en la conducta observable.

Otra escuela, la psicología cognitiva, surge a fines de los años cincuenta como una disciplina que se dedica al estudio científico de las estructuras y los procesos mentales. Esta corriente surge en un contexto en que las nuevas tecnologías, como las computadoras tenían un gran desarrollo; habían numerosos aportes de distintas áreas del conocimiento, como la lingüística y la biología, lo que ofrecía a la psicología un campo importante de trabajo interdisciplinario. El psicólogo pionero de esta escuela era el norteamericano Ulric Neisser.

Esta escuela a diferencia del conductismo propone un nuevo abordaje de los procesos psicológicos, se trata de un estudio objetivo de lo subjetivo, una psicología objetiva que estudie lo mental, que con una metodología objetiva y rigurosa se estudie la memoria, las emociones, el lenguaje, el razonamiento, la atención y la percepción.

Para la psicología cognitiva es central estudiar como desarrollan los seres humanos su conocimiento del mundo y de sí mismos. Estudia como el ser humano percibe el mundo, como aprende, como construye la realidad y se apropia de la cultura. También se utilizó el método experimental y la observación.

Algunas líneas teóricas dentro de la psicología cognitiva son los trabajos del psicólogo norteamericano Jerome Bruner, que estudia el lugar de la cultura en el desarrollo cognitivo; y el enfoque psicogenético de Jean Piaget y Lev Vygotski que estudian la construcción de la inteligencia.

 

SISTEMA PSÍQUICO:


El psiquismo es el conjunto de manifestaciones de la mente humana que se organizan de un modo particular, a esta organización se la llama estructura de la personalidad.

El psiquismo fue estudiado por Sigmund Freud, el creador del psicoanálisis.

El psicoanálisis comenzó con el tratamiento de una mujer que era paciente del médico Joseph Breuer. Freud, que era su discípulo, la llamó Anna O. en sus escritos. Esta mujer sufría una parálisis en su brazo y pierna derecha, náuseas y dificultades en la visión. A partir de estos síntomas fue diagnosticada como histérica. La histeria en esa época era poco comprendida y muchos médicos pensaban que los pacientes fingían sus síntomas. Breuer le aplicó un tratamiento nuevo en esos casos, la hipnosis. Al hipnotizarla la paciente pudo recordar hechos de su pasado que había olvidado, contó que su padre enfermo a quien ella cuidó unos días antes de morir le preguntó la hora, ella miró el reloj con los ojos llenos de lágrimas y no pudo ver bien la hora. Al recordar esto su problema de la visión desapareció.

Esta paciente denominó el método empleado en su terapia talking cure (método de la conversación).

Breuer concluyó que los síntomas de Anna O. estaban causados por acontecimientos traumáticos del pasado y que el recuerdo de esos sucesos tenía sobre ella un efecto catártico. El tratamiento logró que los síntomas desaparecieran, pero surgió una complicación, la paciente se había enamorado del médico y demandaba constantemente su atención, lo que producía los celos de su esposa. El médico puso fin al tratamiento y Anna sufrió un embarazo imaginario; se había producido lo que tiempo después Freud describiría como transferencia.

Breuer le cuenta a Freud sobre este caso, y así Freud comenzó a utilizar el método de la talking cure con sus pacientes, que luego se va a llamar asociación libre.

Freud planteó que la emoción contenida luego de vivir un hecho traumático se expresaba a través de síntomas, y los llamo síntomas neuróticos. Estos hechos no eran recordados por los pacientes, solo aparecían los síntomas. Al principio se los hacía recordar mediante la hipnosis, pero luego este método fue abandonado, porque con el tiempo reaparecían algunos síntomas; y se comenzó a trabajar con un método que dio mejores resultados, la asociación libre. Se analizaban a través de este método los actos fallidos y los sueños.

Este método permitía conocer los fenómenos del inconciente. La instrucción para utilizar la asociación libre es instar al paciente para que diga todo lo que se le ocurra en relación a una palabra, un recuerdo, color, o simplemente hablar de lo que quiera en una sesión. Nada es insignificante ni arbitrario. En el tratamiento, después de asociar libremente, el individuo reflexiona sobre lo que ha dicho, guiado por el terapeuta.

El análisis de los sueños es el camino más importante hacia el inconciente, tienen un sentido que puede ser descubierto en el tratamiento psicoanalítico.

En su primera teoría del aparato psíquico Freud distingue tres niveles de conciencia: conciente, preconciente e inconciente.

El nivel conciente está formado por percepciones y recuerdos que están presentes.

El nivel preconciente está constituido por pensamientos y recuerdos que no están presentes en nuestra memoria, pero que se pueden recuperar, por ejemplo un número telefónico.

El nivel inconciente está compuesto por vivencias que fueron olvidadas, por deseos o impulsos reprimidos que no llegan a la conciencia.

Entre el preconciente y el inconciente opera la censura, cuya función es la represión de los deseos e impulsos. La censura solo se relaja relativamente durante el sueño, lo que permite que los deseos reprimidos se expresen en él, aunque de manera disfrazada.

En su libro “El yo y el ello” Freud planteó su segunda teoría del aparato psíquico, en la que afirma que la personalidad tiene una estructura que comprende tres instancias: el yo, el ello y el superyó.

El ello incluye a los deseos y necesidades básicas que nos motivan. Opera de acuerdo con el principio de placer, que dirige la conducta hacia todo lo que puede ser gratificante para el ser humano.

El yo intenta satisfacer las demandas que provienen del ello de un modo realista, tomando en cuenta la realidad externa y no solo las propias necesidades. A diferencia del ello, que obedece al principio del placer, el yo obedece al principio de realidad, que hace que a menudo se deban posponer la realización de los deseos. En lugar del proceso primario opera el proceso secundario, que incluye las habilidades de razonamiento que ayudan a un individuo a distinguir entre lo real y lo imaginario.

El superyó representa los valores, los ideales y las normas morales que el individuo ha internalizado a partir de su vida en sociedad. Conforme internalizamos las enseñanzas de nuestros padres y de la sociedad, las recompensas y los castigos que durante la niñez provenían de otros, surgen después desde el mismo sujeto. Como resultado de la actividad del superyó, sentimos culpa cuando desobedecemos normas morales.

El superyó opera a través de dos subsistemas: la conciencia y el ideal del yo. La primera se refiere a la capacidad para evaluarse a uno mismo, para la autocrítica. Por su parte el ideal del yo es la imagen de sí misma que la persona aprueba para sí. Incluye todo lo que pensamos que deberíamos ser y como deberíamos alcanzarlo.

En la personalidad adulta que se ha desarrollado adecuadamente, el yo controla tanto al ello como al superyó, mediando entre las demandas de ambos y las exigencias del mundo exterior. Sin embargo, el desarrollo no siempre se cumple de manera óptima, por lo que el yo termina agobiado por el ello y el superyó. Uno demanda satisfacción de los deseos, necesidades e impulsos, y el otro impone prescripciones rígidas acerca de cómo y en qué medida deben satisfacerse los deseos.

Como vemos, la descripción que hace Freud de la personalidad es la de una estructura dividida, que debe enfrentar fuerzas que necesariamente entran en conflicto.



 

SOCIALIZACIÓN Y SUBJETIVIDAD:

 

Los seres humanos somos seres sociales. Desde el momento en que nacemos aprendemos a vivir en sociedad. El niño recién nacido necesita de un otro para poder vivir, esto se llama prematuración humana, el niño necesita durante años del cuidado del otro a diferencia de los animales.

Los integrantes de una sociedad comparten determinadas ideas básicas en relación a cómo funciona el mundo y sobre los significados que otorgan a la vida. La forma de vivir en una cultura está tan incorporada en los sujetos que la comparten que les parece natural. El proceso por el que se logra esto se llama socialización.

El proceso de socialización consiste en la interiorización (aprendizaje) de normas, creencias y valores de la cultura en la que vivimos. Esta asimilación permite que nos identifiquemos con nuestro grupo y nos sintamos parte de él. Por ejemplo sentirnos parte del colegio.

La socialización es un proceso que se lleva a cabo durante toda la vida, y principalmente durante la infancia, etapa en la cual el ser humano adquiere nuevos conocimientos con más facilidad.

Se diferencian dos tipos de socialización:

Socialización primaria:

Es un proceso que se lleva a cabo en los primeros años de la infancia. Se produce la adquisición de la lengua y las costumbres de un grupo social. Se adquieren normas y valores. Se produce en el ámbito familiar o grupo de crianza.

Socialización secundaria:

Consiste en la asimilación de normas y valores en un nuevo entorno, es menos intensa y permite un reajuste de la socialización anterior. Se produce durante toda la vida. Por ejemplo en la escuela, en el trabajo, en el nuevo vecindario, si vivimos en otro lugar (provincia, país), en la universidad, etc.

Agentes de socialización:

Son aquellas personas o instituciones que intervienen en el proceso de socialización.

Existen muchos tipos de agentes socializadores: pueden ser personas (familiares, amigos), grupos grandes (sindicatos, asociaciones), instituciones (Iglesia, escuela, medios de comunicación) o también instrumentos (libros, películas).

Entonces a partir del proceso de socialización se aprenden normas, creencias y valores de una cultura. Las creencias son ideas compartidas sobre cómo opera el mundo, sobre algunas ideas hay pruebas, pero sobre otras no, como ocurre con las creencias religiosas. Los valores son criterios abstractos compartidos acerca de lo que es correcto, por ejemplo el valor otorgado a la familia o la amistad, también valores como el respeto y la solidaridad.

Las normas son reglas sobre lo que las personas deben o no deben hacer en una situación determinada.

El proceso de socialización es inseparable de otro proceso llamado subjetivación, que es la producción de subjetividad.

Pensarnos como sujetos en vez de individuos implica no separar el nivel individual y el socio-histórico. La producción de subjetividad es el proceso que nos hace sujetos. En cada época y lugar el ser humano será atravesado por diferentes creencias, hechos y condiciones de vida que irán produciendo su subjetividad.

En nuestra cultura los adolescentes se subjetivan en dos instituciones principales, la familia y la escuela, pero también con su grupo de pares.

La adolescencia en si es una construcción socio-histórica, no siempre existió una etapa de la vida con estas características y no todos los sectores sociales pueden vivirla, además adquiere muchas maneras de manifestarse, cada sujeto puede encontrar una en las condiciones que lo rodean.

El proceso de construcción de la subjetividad (manera singular de pensar, sentir y actuar de un sujeto en su contexto socio-cultural) no termina con la adolescencia, sino que continúa en la vida adulta y la vejez.

PSICOLOGÍA CULTURAL: La influencia de la cultura

“Los seres humanos vivimos en un mundo cultural. En él construimos nuestros aprendizajes, desarrollamos la percepción del mundo y de nosotros mismos, construimos también la memoria biográfica y social, el pensamiento y el lenguaje”. Construimos una manera particular de ver el mundo.

A diferencia de los animales que poseen instinto, los seres humanos creamos culturas que se construyen a partir de la relación entre las personas y el mundo.

“La palabra cultura proviene del latín colere, que significa cultivar, labrar el campo. Es decir que los seres humanos labramos el campo de diversas formas, humanizando nuestro entorno natural y convirtiéndolo en cultural (…) La diversidad de culturas construidas por los humanos producen, enriquecen y transforman el mundo de maneras diferentes.

En la historia de la psicología, la cultura no siempre ocupó un lugar de importancia a la hora de explicar los procesos psicológicos humanos. El estudio de las diferencias culturales, desde la perspectiva psicológica, estuvo ligado históricamente al problema de cómo debían considerarse esas diferencias. Esto derivó en la valoración de las culturas, es decir, en la consideración de algunas culturas como superiores a otras. Por lo tanto, se valoró a los seres humanos como superiores o inferiores según su pertenencia a una u otra cultura. Quienes a lo largo de la historia decidieron los criterios de superioridad e inferioridad consideraron a su propia cultura como superior frente a otras (…) Por esto muchas veces el estudio de las diferencias culturales fue una mezcla de descripción, clasificación, discriminación, intolerancia e incomprensión de las diferencias humanas.

La diversidad humana, lejos de ser una carencia, refleja la gran cantidad de posibilidades que las personas poseemos para producir diversas formas de habitar nuestro mundo”.

“¿Qué determina nuestras acciones, la naturaleza o la cultura? Algunos partidarios del determinismo biológico sostienen que las conductas humanas se explican a partir de causas biológicas que las determinan. Por ejemplo la idea de que se nace con el interés hacia el futbol o la medicina.

Desde el punto de vista de la psicología cultural en cambio, la biología y la cultura están directamente relacionadas, y las acciones humanas no pueden explicarse por una u otra. La cultura no es algo que se agrega al individuo cuando ya está biológicamente formado, sino que la cultura forma y da significado a las conductas humanas, que están sostenidas por un sustrato biológico. La biología puede explicar la necesidad de satisfacer el apetito, pero no puede explicar porque los cristianos no comen carne roja el viernes santo”.

Un psicólogo llamado Jerome Bruner plantea que la educación es la puerta de la cultura. “La educación representa una vía privilegiada para acceder a los instrumentos que la cultura brinda a los sujetos para comprender el mundo. En el proceso de aprender los significados que la cultura fue construyendo, la cultura se apodera de la mente. A través de inventos como el alfabeto, el lenguaje, los libros, los números, las historias, las canciones, la escuela, etc., los seres humanos aprendemos a usar la mente de maneras cada vez más ricas. Pensar la diversidad desde la educación implica el respeto por cada cultura”.

“Una manera de comprender la relación entre la cultura y la identidad personal es imaginar que sucedería si nos prohibieran hablar nuestro idioma, si nos quitaran nuestras fotos queridas o nos obligaran a cambiar de ropa por otro tipo de indumentaria, a cambiar de religión, nombre, etc.  Nuestras pertenencias son bienes materiales y bienes simbólicos, objetos abstractos como las creencias, los valores, la historia, el nombre, los afectos.

El respeto a la diversidad implica el respeto por las pertenencias culturales de cada pueblo, sin las cuales el pueblo queda despojado de su identidad.

Frente al respeto por la diversidad existen situaciones límites en las que aceptar la diversidad cultural implicaría aceptar violaciones a los derechos humanos, por ejemplo en el caso de las culturas que aceptaban la esclavitud. ¿Se puede aceptar, en nombre de la diversidad, la tortura o la muerte de quienes no profesan una determinada religión?”

Esta es la crítica que se realiza al relativismo cultural; sin embargo algunos antropólogos no están de acuerdo con este planteo y sostienen que en toda cultura hay subculturas y contraculturas, y que muchas veces quienes vulneran los derechos de las demás personas son grupos que se encuentran en una situación privilegiada de poder. Por lo tanto toda postura que defienda el relativismo cultural debe solidarizarse con los grupos más vulnerables dentro de cada cultura.

 El entorno cultural influye profundamente en las actitudes, la identidad y el comportamiento, es decir, en la subjetividad, que es la manera de pensar, sentir y actuar de un sujeto en un contexto histórico social.

Cuando nace un niño lo recibe su familia, y la relación que mantiene el grupo de crianza con el niño lleva la huella de la relación de la familia con el medio social que la rodea. El discurso social constituye un soporte identificatorio para el sujeto que busca y debe encontrar en ese discurso referencias que le permitan proyectarse hacia un futuro. La subjetividad se construye en una época determinada.

Las experiencias y vivencias de niños y jóvenes en  la actualidad se organizan y desarrollan en una época en la cual la atracción por la imagen tiene un lugar privilegiado. Hay una tendencia a la homogeneidad, y se alteran las nociones de tiempo y espacio por la realidad virtual, el tiempo es el tiempo de lo inmediato, y se modifican las nociones de cercanía y lejanía. ¿Qué transformaciones generan las nuevas tecnologías en la constitución del pensamiento infantil?  La cultura produce subjetividad.  Tradicionalmente la familia y la escuela eran los principales agentes de socialización, pero en la actualidad otro agente de gran importancia son los medios de comunicación.

Los miembros de una sociedad comparten determinadas ideas básicas en torno a cómo funciona el mundo y sobre los significados que otorgan a la vida. La forma particular de vivir en una cultura está tan incorporada por los miembros de la sociedad que la comparten que les parece natural. El proceso por el que se logra esto se denomina socialización.

Los científicos sociales coinciden en que todas las culturas comparten tres elementos principales:

-Creencias: explicaciones compartidas sobre la experiencia.

-Valores: criterios de juicio moral.

-Normas y sanciones: pautas específicas para el comportamiento.

Las creencias son ideas compartidas acerca de cómo opera el mundo. En todas las culturas existen creencias basadas en ideas sobre las cuales las personas tienen pruebas, por ejemplo fumar hace daño a la salud. También existen creencias basadas en ideas que no han sido probadas, por ejemplo que hay vida en otros planetas. Existen grandes variaciones en las creencias de cada cultura, por ejemplo la vaca es un animal sagrado y por lo tanto inadmisible su consumo en India, y se la considera un buen alimento en Latinoamérica.

Los valores describen lo que debe ser, lo que se considera correcto. Por ejemplo se considera correcto ser solidario. En Estados Unidos se alienta y valora la emancipación de los hijos a edades que en Latinoamérica son consideradas tempranas.

Las normas son reglas sobre lo que las personas deben o no deben hacer. El patriotismo es un valor, y mostrar respeto a los símbolos patrios es una norma.

Las creencias, los valores y las normas no son compartidos y aceptados del mismo modo por todos los grupos que viven en una sociedad. Existen variaciones dentro de una misma cultura, a las que se denominan subculturas. Son grupos que comparten por ejemplo una manera de vestir, un estilo musical, o un vocabulario en común y cada uno se identifica con el grupo.

El término contracultura se usa para designar una subcultura de un grupo social que se opone a los valores dominantes en la sociedad y que intenta vivir de acuerdo a normas diferentes a las hegemónicas. Los grupos punks, que surgieron en muchos países a partir de la década de 1970, pueden ser considerados como una contracultura”.

Bibliografía:

-Carretero, Mario y otros. Psicología. Ed. Aique. 2011.

PSICOLOGÍA SOCIAL Y PSICOANÁLISIS EN ARGENTINA

 

El impacto causado por el movimiento psicoanalítico de Freud sobre el pensamiento humano fue de tal magnitud que sobrepasó el dominio de la psicología y cambio la concepción de ser humano construida en la modernidad.

Fueron muchas las contribuciones del movimiento psicoanalítico a la psicología social, entre ellas los estudios sobre la cultura, los estudios sobre la estructura y dinámica familiar, los trabajos sobre el proceso de socialización y el funcionamiento de los grupos.

Sigmund Freud fue el fundador del psicoanálisis. En el ejercicio de la medicina en Viena (Austria), a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, al ver que sus pacientes sufrían diferentes síntomas neuróticos (tos, ceguera, afonías, depresión, etc.), pero sin encontrar una causa médica, sino emocional, se interesó en la psicología y comenzó a desarrollar su teoría psicoanalítica. Específicamente se dedica al estudio del inconciente, aquellas vivencias que hemos olvidado, en gran parte de la infancia, pero que producen un efecto duradero en nuestra vida. Descubre que el inconciente se manifiesta a través de los síntomas, sueños, actos fallidos y  chistes. Por lo que él creyó que se podían conocer las causas inconcientes del sufrimiento, lo que producía un alivio en los síntomas.

Con la obra de Freud cambia el pensamiento de la modernidad. En la época moderna se creía que el ser humano era un ser puramente racional, dueño de sus actos. Freud demuestra que el ser humano también es irracional, guiado por las emociones, no siempre por la razón.

El psicoanálisis influyó mucho en las ciencias sociales y es una de las corrientes más importantes de la psicología.

En nuestro país la lectura de la obra de Sigmund Freud es temprana. En Buenos Aires se funda en 1942 la APA (Asociación Psicoanalítica Argentina). Uno de sus fundadores fue el médico Enrique Pichón Riviere, quien fue también el creador de la psicología social Argentina.

En 1957 se crea la carrera de psicología en la Universidad de Buenos Aires, y muchos de los profesores que fueron a dar clases se habían formado en la APA, entre ellos José Bleger, quien se dedica a enseñar la historia del psicoanálisis, su técnica, teoría y planteos centrales.

Enrique Pichón Riviere nació en (Ginebra) Suiza en 1907 y vino a vivir a la Argentina junto a sus padres cuando era pequeño. Estudió medicina en Bs As. y una vez recibido comenzó a trabajar en un hospital psiquiátrico. Allí se encuentra con el problema del paciente abandonado, casi nadie visitaba a estas personas, los pacientes estaban aislados y los enfermeros no tenían conocimiento sobre cómo actuar en la emergencia ni como contener a la familia, no había un trabajo en equipo para reflexionar y comprender el problema de salud mental del paciente. Este maltrato lo analiza como un problema de comprensión del cuadro del paciente y de falta de comprensión conjunta entre profesionales. Descubre lo que llama fracturas vinculares.  Había una fractura entre la familia y el hospital psiquiátrico, la familia y el paciente, los enfermeros entre sí o con el médico;  no había diálogo, nadie le explicaba a la familia del paciente cuál era su problema, que tratamiento recibiría, no se ofrecía contención a la familia. Lo que busca entonces es fortalecer esos vínculos, que haya trabajo en equipo. Propone que los profesionales puedan reflexionar en conjunto sobre el caso de cada paciente, capacitó a los enfermeros para que pudieran teorizar toda su experiencia. Se instituye una lectura psicosocial y una nueva modalidad de trabajo en el hospital, permitiendo que los enfermeros puedan sistematizar  su experiencia adquirida, mejorando así la atención a los pacientes y su familia. A partir de ese trabajo y su formación en psicoanálisis, Pichón Riviere empieza a elaborar su teoría sobre los grupos, haciendo una articulación con el psicoanálisis. Definió a la psicología social como una ciencia autónoma, aunque hoy se la considera una rama de la psicología. Decía que es una ciencia que estudia la interacción social y que está orientada hacia un cambio social.

A partir del concepto de vínculo fundamenta el pasaje del psicoanálisis a la psicología social. Con este concepto plantea que no hay individuos como unos, recortados y aislados, sino que siempre hay estructuras vinculares, seres entramados. La calidad de vida de los seres humanos depende de la calidad de los vínculos que sostengan con otros seres que les sean afectivamente significativos.

 Al igual que este médico otros autores se dedican a relacionar la psicología con lo social y hoy se sabe que la psicología es inseparable de lo social. Para esto los aportes de este autor fueron muy importantes. Va a decir que la psicología social es un campo de saber especializado en las tramas vinculares humanas, el psicólogo social desarrolla su intervención en grupos, organizaciones y comunidades. Su compromiso es con el cambio a una sociedad más equitativa. 

Se desarrollan nuevos conceptos teóricos en psicología y surgen nuevas especializaciones y campos de práctica como la psicología social comunitaria. También se desarrolla dentro del ámbito clínico la terapia de grupos, la terapia familiar, el psicodrama, la psicología institucional y las comunidades terapéuticas.

Pichón crea los GRUPOS OPERATIVOS DE APRENDIZAJE, una técnica de trabajo grupal. Uno de sus discípulos más importantes fue Fernando Ulloa, quien junto con José Bleger se dedica a la psicología institucional y social; estas corrientes tenían mucha influencia del psicoanálisis.

LOS GRUPOS:

Un grupo es un conjunto restringido de personas (grupo pequeño o mediano) que interactúan compartiendo un espacio físico y un tiempo determinado y se proponen de manera explícita o implícita, realizar una tarea. Durante este proceso se produce un dinámico interjuego de roles y la construcción de un nosotros. La internalización reciproca o la mutua representación interna es uno de los organizadores del grupo como estructura, es decir, que es un rasgo esencial y constitutivo del grupo; es un rasgo instituyente del grupo, le otorga a esa multiplicidad de sujetos una unidad y una interdependencia, rasgos característicos de toda estructura o sistema. En los grupos pequeños se va construyendo una mutua representación interna a partir de un proceso, de una praxis, por la que cada integrante participa de una situación. La relación que hasta ese momento era anónima, exterior, se transforma en una relación de interioridad, es decir, se cuenta con el otro, que está presente. Este otro es reconocido como significativo para mí, se instituye una estructura de relaciones entre sujetos. Estructura en movimiento, constituida a partir de necesidades.

Para conformar un grupo primero debemos conocernos, para esto hay algunas técnicas de presentación.

Hay tres condiciones para definir un grupo:

-Cuando los integrantes se definen como grupo.

-Cuando los integrantes comparten creencias.

-Cuando llevan a cabo alguna actividad coordinada.

Tipos de grupos:

Los grupos pequeños:

Grupo primario: Entre sus integrantes se establecen lazos afectivos. La familia y el grupo de amigos.

Grupo secundario: Dan respuesta a necesidades sociales específicas. Los compañeros de clase, de trabajo, de una actividad deportiva.

Si hacemos un abordaje comunitario, o realizamos un trabajo grupal lo primero que hacemos es conformar un grupo; entonces se va a construir una mutua representación interna al trabajar durante un proceso, en donde se produce una dialéctica entre sujetos, es decir que se influyen mutuamente y se constituyen recíprocamente. Esta interacción produce efectos, es decir la modificación de los sujetos.

En la interacción es fundamental la palabra, la comunicación; también la mirada. Con la mirada podemos transmitir un mensaje, no solo con la palabra. Puede ser una mirada crítica, que juzga, pero también puede ser una mirada solidaria, comprensiva, de encuentro; entonces no solo puede inmovilizar, también puede movilizar.

También cuando consideramos al otro como otro se abre la posibilidad de un intercambio e interacción más rica, es decir que aceptamos la diferencia, que el otro piensa diferente. Cuando se trabaja en grupo no se pierde la identidad, se pierde el individualismo para ganar en cooperación.

Roles grupales:

José Bleger partiendo de Pichón Riviére define al grupo operativo como un conjunto de personas con un objetivo común que intentan abordar trabajando en equipo.

Deben pretender alcanzarlo trabajando en equipo para que sea un grupo operativo. Por ejemplo un equipo de futbol podría definirse así. Una buena parte del trabajo del grupo operativo consiste en aprender a trabajar en equipo, de trabajar en forma cooperativa.

Pichón Riviere utilizó esta técnica de trabajo grupal.

En los trabajos en grupo se asumen deferentes roles. Un rol es un modelo organizado de conducta relativo a una posición de un individuo en una red de interacción. Se asumen dialécticamente diferentes tipos de roles (líder, chivo emisario, saboteador y portavoz). En los grupos operativos habrá un coordinador quien debe contribuir desde sus señalamientos a favorecer el nivel de operatividad grupal y mejorar el aprendizaje y la comunicación. Los roles no son fijos, son rotativos, y si se estereotipan es que el grupo está bloqueado por lo que el coordinador deberá intervenir para romper esa estructura.

Portavoz: es aquel que enuncia algo y aquello que anuncia dice algo de lo que está pasando en el grupo. Él lo transmite como algo propio sin saber que tiene significación grupal. Es quien detecta la situación grupal de la cual además es parte. Algo de la situación grupal lo toca a él más que a otro. Por eso en diferentes situaciones grupales pueden aparecer distintos portavoces. Denuncia lo implícito, lo que está sucediendo subyacentemente. Él desde su historia está movilizando algo pero, al mismo tiempo, es movilizado por una situación grupal de la cual es portavoz.

Chivo emisario: Es un tipo especial de portavoz. Es el depositario de aquellos aspectos negativos que la tarea ofrece al grupo, por lo que es muchas veces segregado. Se lo hace cargo de cosas que son negativas.

Saboteador: Es aquel integrante que en determinado momento del proceso grupal asume el liderazgo de la resistencia al cambio, se encarga de sabotear toda propuesta.

Líder: Es aquel en el cual se depositan los aspectos positivos de la tarea. Es quien lleva adelante los objetivos grupales.

Hay diferentes momentos en la conformación de un grupo, un primer momento que se llama afiliación, donde los integrantes se empiezan a acercar al grupo y a la tarea, pero todavía guardando cierta distancia; luego en la pertenencia hay un mayor grado de identificación entre los integrantes y con la tarea, porque existe un mayor compromiso, se sienten integrados al grupo. Dejan de sentirse individuos aislados para pasar a ser un nosotros grupal. Aparece la cooperación que es la capacidad de operar en conjunto, de ayudarse mutuamente los unos a los otros.

ROL DEL COORDINADOR DE GRUPOS:

El coordinador es el facilitador de la comunicación y el aprendizaje, participa activamente con el grupo en la construcción de nuevos conocimientos. Es importante que acompañe al grupo pero posibilitando siempre su autonomía y crecimiento.

Hace una lectura de los emergentes grupales: que se dice, de que se habla, que es lo que no se dice ni se hace, como es la relación entre las personas, e intenta desde su lectura e intervención ver lo oculto. Promueve la salud de los integrantes evitando interpretaciones fuera de encuadre que resulten agresivas o invasoras.

Funciones del coordinador de grupos:

        Crear, fomentar y mantener la comunicación.

        Proponer actividades que faciliten el vínculo y la tarea (consignas claras).

        Señalar los obstáculos que se presenten en la tarea.

        Contribuir a elaborar y resolver contradicciones.

        Analizar las ideologías subyacentes.

        Promover la indagación.

        Sostener el encuadre.

        Detectar las situaciones emergentes.

        Reflexionar acerca de la relación entre los integrantes y con la tarea.

        Analizar los roles.

        Ayudar al reconocimiento de necesidades y objetivos comunes.

        Hacer explícito lo implícito de la actividad grupal.

        Acompañar el aprendizaje grupal desde el campo afectivo y conceptual.

 

El coordinador reflexiona con el grupo acerca de la relación que los integrantes tienen entre sí y con la tarea (observa esos dos planos). Podrá visualizar los obstáculos en las relaciones (competencia, malentendidos, etc.), y obstáculos en relación con el objetivo (incumplimiento de la tarea).

Un conflicto en la relación entre los integrantes puede dificultar la tarea. Las dificultades en relación con la tarea generan conflictos en la relación grupal.

Hay distintos estilos de coordinación y liderazgo:

Estilo autoritario:

Es autoritario, ordena y decide por el grupo.

Estilo abandónico:

Deja hacer aun cuando el grupo no resuelve sus dificultades. No acompaña al grupo.

Estilo democrático:

Es organizador, solidario, democrático, interesado en el otro. Orienta y acompaña al grupo, respetando su autonomía y permitiendo que los integrantes crezcan, delega responsabilidades; así el grupo se vuelve más creativo.

 

CAMPOS DE PRÁCTICA DE LA PSICOLOGÍA:

 

Existen distintos campos de aplicación de la psicología como la psicología social comunitaria; psicología institucional, psicología clínica, psicología forense, psicología laboral, psicología educacional, investigación y docencia.

Psicología clínica: se lleva a cabo en el consultorio privado, o en el ámbito de la salud pública como ser un hospital o centro de salud. El psicólogo realiza su intervención en función de la problemática planteada por los pacientes; puede ser una terapia individual, grupal, de pareja o familiar.

El psicólogo clínico es un profesional que recibe al consultante afectado por alguna forma de sufrimiento anímico, por sufrir determinados síntomas. Pueden ser fobias, afecciones psicosomáticas (una afección corporal por causas anímicas, preocupaciones por problemas familiares que la persona no sabe cómo resolver, por problemas de adicción, etc.). En la terapia se busca la superación de las causas del sufrimiento a partir de la escucha, el diálogo  y las devoluciones del psicólogo. El marco teórico de la clínica puede ser diferente según la formación de cada terapeuta. Hay terapias psicoanalíticas, conductuales o terapias breves. Algunos psicólogos se dedican exclusivamente a la atención de niños y adolescentes, y otros atienden a adultos y ancianos.

En el caso de las terapias breves el psicólogo y el paciente se focalizan en un problema que preocupa a la persona que consulta. El psicólogo ayuda al paciente a establecer cuál es el problema, como se ha formado y por qué se sigue perpetuando. Una vez establecido este diagnóstico el psicólogo propone algunos caminos en dirección al cambio, puede ser un cambio de conducta, o un cambio en las ideas, o en la forma en que se interpretan las situaciones. En el transcurso de la terapia el paciente aprende a comunicarse de otro modo, a resolver conflictos interpersonales (en la pareja, en la relación con los hijos o con los padres, en el trabajo, etc.) y a expresar sus sentimientos con claridad. En las psicoterapias breves el psicólogo y el paciente se proponen lograr un objetivo, y una vez conseguido la terapia llega a su fin.

En el caso de las terapias psicoanalíticas el trabajo es similar, pero a diferencia de la anterior son terapias que requieren un poco más de tiempo, el cual depende de cada persona, debido a que no solo se focaliza en un problema puntual, sino que se trabaja más en profundidad sobre distintos temas relacionados con la historia del paciente y diferentes áreas de su vida. El psicólogo escucha al paciente, analiza sus sueños, y de esta manera se  intenta acceder al inconsciente, que son aquellas representaciones que cayeron bajo la represión y que no pueden ser recuperadas por la conciencia, pero que producen efectos en nuestra vida actual. A partir del método del psicoanálisis que se llama asociación libre de ideas se pueden buscar las huellas del inconciente, que se expresan a partir de los sueños, actos fallidos, síntomas y chistes. Se busca que la persona tenga mayor poder sobre su vida, que pueda tomar decisiones, resolver sus problemas y tener más bienestar en su vida cotidiana.

En las terapias cognitivo conductuales se busca lograr cambios en la forma de enfocar los problemas y en la conducta, para que la persona se sienta mejor. En este caso no se trabaja con el inconciente, sino con la conciencia y se centra en las dificultades del presente.  

Estos son tres de los modelos principales de trabajo en la psicología clínica, según el marco teórico el psicólogo tendrá un abordaje terapéutico diferente.

El ámbito de la psicología forense es otro campo importante de intervención. Es una especialidad de la psicología que se nutre de la Sociología, la Antropología, la Psicología y el Derecho. Desarrolla su actividad en estudios jurídicos, el poder judicial, cárceles, centros de atención a las víctimas, poder legislativo, institutos de contención para adolescentes en conflicto con la ley penal, minoridad, organismos de promoción y protección de derechos. Realiza peritajes, orienta a familias en diferentes problemáticas, por ejemplo casos de violencia familiar, de vulneración de derechos de niños y adolescentes, de adopción, atención de adolescentes o adultos que han tenido un conflicto con la ley. El psicólogo forense utiliza recursos de la psicología clínica, social e institucional y técnicas de exploración psicológica. Trabaja de manera interdisciplinaria con otros profesionales, integrándose con espíritu de equipo para comprender de manera científica y humana los problemas psicológicos de los sujetos que reciben su atención. Lo central es la relación de las personas con la ley y la responsabilidad que el sujeto asume en relación a sus propios actos. El rol del psicólogo forense es pensado en el marco de los derechos humanos y la justicia social y su práctica no debe reducirse a la de un técnico que administra pruebas psicológicas, por lo que se interesa por la salud mental y el bienestar de la persona que recibe su atención.

Otro campo de intervención es la psicología social comunitaria. Los psicólogos que se especializan en este campo trabajan en las comunidades, por ejemplo en los barrios a través del municipio, o en un hospital público. Una comunidad es un conjunto de personas que tienen características en común, un sentido de comunidad, interacciones entre ellas y una cultura común. El sentido de comunidad se refiere a que todos se sienten parte de esa comunidad, por ejemplo una escuela, un club, un vecindario. Las interacciones sociales consisten en los intercambios entre las personas. La cultura se refiere a códigos de significaciones que son compartidos aunque no homogéneos.

El trabajo de los psicólogos en una comunidad se relaciona con la prevención y promoción de la salud. Se trabaja con los aspectos positivos, los potenciales de cada persona, para que los despliegue en beneficio de su propia comunidad, en un proyecto común. Ayuda a los integrantes del barrio a resolver un problema, a partir de una necesidad que surge en esa comunidad. Por ejemplo se organizan reuniones en una unión vecinal para hablar de los problemas del barrio y los vecinos plantean su preocupación por la deserción escolar. Organizan entonces junto al psicólogo, también puede acompañarlos un trabajador social, talleres de apoyo escolar para los niños y un comedor escolar. El psicólogo busca fortalecer a la comunidad y a las personas que integran esa comunidad.

Se trata de un psicólogo que trabaja como facilitador de procesos de participación en los que la comunidad optimiza y se apropia de recursos para generar cambios, es un trabajador de la salud superador del enfoque restrictivo de la salud, orientándose hacia el logro del desarrollo humano integral, de un mayor bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida. Es fundamental la participación de las personas y son ellas mismas quienes definen sus necesidades.

Esta psicología es social porque tiene como función primordial organizar a la comunidad para cambiar su condición de vulnerabilidad. Se trata entonces de FORTALECER (empoderar) a la comunidad. Para lograr este fortalecimiento es fundamental la PARTICIPACIÓN, que se refiere a la acción desarrollada por los integrantes de la comunidad en función de objetivos generados a partir de necesidades sentidas y de acuerdo con estrategias colectivamente definidas, basadas en la solidaridad y el apoyo social. Esta acción va acompañada del surgimiento de liderazgos comunitarios.

También es importante la CONCIENCIA, o concientización, que implica el desarrollo de la reflexión crítica y la comprensión del carácter histórico de los fenómenos comunitarios.

La AUTOGESTIÓN se expresa en la autonomía de las acciones y en la toma de decisiones concernientes a la comunidad. El COMPROMISO concierne al sentimiento ético de apego y obligación con los demás, que lleva a involucrarse en acciones colectivas con el fin de producir beneficios para todos.

Otro campo es la psicología educacional. Estos psicólogos trabajan en las escuelas y se ocupan de las dificultades de aprendizaje y los conflictos que surjan en las instituciones educativas. Temas como problemas de aprendizaje, repitencia, deserción escolar, violencia escolar, orientación a docentes, estudiantes y familia. La psicología educacional es clave para comprender y abordar la complejidad del aprendizaje en sus diferentes contextos, y estudiar aquellos aspectos psicológicos comprometidos con el aprendizaje en las diferentes edades del desarrollo humano. El trabajo del psicólogo educacional es interdisciplinario y tomará como uno de sus ejes la prevención y promoción de la salud.

Psicología laboral. Son psicólogos que trabajan en las empresas, en un equipo de recursos humanos en la selección de personal, en capacitación y orientación de los trabajadores nuevos, promueven la seguridad en el ámbito laboral, cuidando del bienestar y seguridad de los trabajadores. Las diferentes tareas del psicólogo laboral pueden ser:

-Selección de personal: asignando a la persona adecuada en cada cargo.

-Relaciones internas: velar por la seguridad e higiene en el ámbito laboral, crear ámbitos de encuentro para los empleados, monitorear el clima organizacional y definir planes de acción para su mejoramiento.

-Comunicación interna: Hacer accesible la información a todos los integrantes de la organización.

Un profesional de la psicología puede dedicarse a cualquiera de estos campos. Como vemos los psicólogos no solo trabajan en el consultorio realizando un tratamiento psicoterapéutico, también trabajan en diferentes instituciones (escuelas, hospitales, cárceles, centros de atención a la víctima, empresas).

Otros ámbitos de aplicación de la psicología son la enseñanza en los diferentes niveles del sistema educativo y la investigación psicosocial.