Un grupo es un conjunto restringido
de personas (grupo pequeño o mediano) que interactúan compartiendo un espacio
físico y un tiempo determinado y se proponen de manera explícita o implícita,
realizar una tarea. Durante este proceso se produce un dinámico interjuego de
roles y la construcción de un nosotros. La internalización reciproca o la mutua
representación interna es uno de los organizadores del grupo como estructura,
es decir, que es un rasgo esencial y constitutivo del grupo; es un rasgo
instituyente del grupo, le otorga a esa multiplicidad de sujetos una unidad y
una interdependencia, rasgos característicos de toda estructura o sistema. En
los grupos pequeños se va construyendo una mutua representación interna a
partir de un proceso, de una praxis, por la que cada integrante participa de
una situación. La relación que hasta ese momento era anónima, exterior, se
transforma en una relación de interioridad, es decir, se cuenta con el otro,
que está presente. Este otro es reconocido como significativo para mí, se
instituye una estructura de relaciones entre sujetos. Estructura en movimiento,
constituida a partir de necesidades.
Para conformar un grupo primero
debemos conocernos, para esto hay algunas técnicas de presentación.
Hay tres condiciones para definir un
grupo:
-Cuando los integrantes se definen
como grupo.
-Cuando los integrantes comparten
creencias.
-Cuando llevan a cabo alguna
actividad coordinada.
Tipos de grupos:
Los grupos pequeños:
Grupo primario: Entre sus
integrantes se establecen lazos afectivos. La familia y el grupo de amigos.
Grupo secundario: Dan respuesta a
necesidades sociales específicas. Los compañeros de clase, de trabajo, de una
actividad deportiva.
Si hacemos un abordaje comunitario,
o realizamos un trabajo grupal lo primero que hacemos es conformar un grupo;
entonces se va a construir una mutua representación interna al trabajar durante
un proceso, en donde se produce una dialéctica entre sujetos, es decir que se
influyen mutuamente y se constituyen recíprocamente. Esta interacción produce
efectos, es decir la modificación de los sujetos.
En la interacción es fundamental la
palabra, la comunicación; también la mirada. Con la mirada podemos transmitir
un mensaje, no solo con la palabra. Puede ser una mirada crítica, que juzga,
pero también puede ser una mirada solidaria, comprensiva, de encuentro;
entonces no solo puede inmovilizar, también puede movilizar.
También cuando consideramos al otro
como otro se abre la posibilidad de un intercambio e interacción más rica, es
decir que aceptamos la diferencia, que el otro piensa diferente. Cuando se
trabaja en grupo no se pierde la identidad, se pierde el individualismo para
ganar en cooperación.
Roles grupales:
José Bleger partiendo de Pichón
Riviere define al grupo operativo como un conjunto de personas con un objetivo
común que intentan abordar trabajando en equipo.
Deben pretender alcanzarlo
trabajando en equipo para que sea un grupo operativo. Por ejemplo un equipo de
futbol podría definirse así. Una buena parte del trabajo del grupo operativo
consiste en aprender a trabajar en equipo, de trabajar en forma cooperativa.
Pichón Riviére utilizo esta técnica
de trabajo grupal.
En los trabajos en grupo se asumen
deferentes roles. Un rol es un modelo organizado de conducta relativo a una
posición de un individuo en una red de interacción. Se asumen dialécticamente
diferentes tipos de roles (líder, chivo emisario, saboteador y portavoz). En
los grupos operativos habrá un coordinador
quien debe contribuir desde sus señalamientos a favorecer el nivel de
operatividad grupal y mejorar el aprendizaje y la comunicación. Los roles no
son fijos, son rotativos, y si se estereotipan es que el grupo está bloqueado
por lo que el coordinador deberá intervenir para romper esa estructura.
Portavoz: es aquel que enuncia algo y aquello que anuncia dice algo de lo que está
pasando en el grupo. Él lo transmite como algo propio sin saber que tiene
significación grupal. Es quien detecta la situación grupal de la cual además es
parte. Algo de la situación grupal lo toca a él más que a otro. Por eso en
diferentes situaciones grupales pueden aparecer distintos portavoces. Denuncia
lo implícito, lo que está sucediendo subyacentemente. Él desde su historia está
movilizando algo pero, al mismo tiempo, es movilizado por una situación grupal
de la cual es portavoz.
Chivo emisario: Es un tipo especial de portavoz. Es el depositario
de aquellos aspectos negativos que la tarea ofrece al grupo, por lo que es
muchas veces segregado. Se lo hace cargo de cosas que son negativas.
Saboteador: Es aquel integrante que en determinado momento del proceso grupal asume el
liderazgo de la resistencia al cambio, se encarga de sabotear toda propuesta.
Líder: Es aquel en el cual se depositan los aspectos
positivos de la tarea. Es quien lleva adelante los objetivos grupales.
La tarea grupal comprende diferentes
momentos por los cuales transita el proceso de un grupo.
Primero está la pre-tarea, momento
en el cual el grupo da vueltas antes de comenzar con la tarea principal. Puede
haber desconfianza, temor a no ser aceptado. Se pueden presentar por un lado
una resistencia al cambio, y por otro está el proyecto. Se ve una impostura, un
como si de la tarea; es cuando el grupo se va organizando, intentando ponerse
de acuerdo.
Luego llega el momento de la tarea
propiamente dicha que se da cuando se aborda el objeto de conocimiento, pero
también cuando se enfrentan los obstáculos. Son dos obstáculos: el epistemológico (relacionado al objeto
de conocimiento) y el epistemofílico
(que tiene relación con la historia de aprendizajes de ese sujeto).
Hay diferentes momentos en la
conformación de un grupo, un primer momento que se llama afiliación, donde los integrantes
se empiezan a acercar al grupo y a la tarea, pero todavía guardando cierta
distancia; luego en la pertenencia hay un mayor grado de identificación
entre los integrantes y con la tarea, porque existe un mayor compromiso, se
sienten integrados al grupo. Dejan de sentirse individuos aislados para pasar a
ser un nosotros grupal. Aparece la cooperación que es la capacidad de operar en
conjunto, de ayudarse mutuamente los unos a los otros.
La pertinencia es la capacidad del
grupo para situarse en direccionalidad al objetivo y no perder de vista la tarea.
La comunicación es el proceso mediante el cual dos o más personas se
influencian mutuamente. En la comunicación se producen perturbaciones
constantes, apareciendo malentendidos. Para que el proceso grupal continúe su
desarrollo, ante estas situaciones es necesario abordar los conflictos
comunicacionales.
También podemos hablar de tres
etapas en los grupos:
-Defensa del individualismo, cada
uno tiene motivaciones propias para estar en el grupo, objetivos. Es un momento
de dependencia del coordinador, y al mismo tiempo la idea del
autoabastecimiento, es decir la creencia de que no necesitamos de los demás.
Hay una demanda exigente y al mismo
tiempo un rechazo a los aportes de los integrantes y el coordinador. Si esta
etapa se estereotipa se promueve la competencia y el trabajo sigue siendo
individualista negando las contribuciones del grupo. Ej. Futbol: aquel que
corre detrás de la pelota sin hacer pases. Actitud contradictoria frente al
coordinador, se le demanda pero lo que el da no sirve, hasta que el grupo
elabora el vínculo.
-Se evidencia un cambio a partir del
conocimiento más profundo de los integrantes: saben el nombre, ocupación, por
qué están en el grupo, etc. Aumenta la comunicación.
Aparece el temor al conflicto en el
grupo y con el coordinador, por lo que se actúa de manera reparatoria, pidiendo
disculpas por las formas de comunicarse con el otro, porque la diferencia no es
bien tolerada. Si esta etapa se estereotipa se estructura el mito de la
uniformidad integrando el coordinador como uno más del grupo. Si este olvida su
rol el grupo lo ve como un líder y no hay situación de aprendizaje porque puede
sobreproteger al grupo. Si se esfuerza por mantener su rol podrá ser el
mediatizador para aprender nuevos conocimientos.
-Hay una aceptación de los otros con
sus diferencias, se construyen nuevos vínculos, más objetivos. Se construye la
identidad grupal, donde se pierde el individualismo en pos del grupo pero cada
uno conserva su propia identidad. El coordinador es parte del grupo pero con un
rol diferenciado, y desde ese lugar hace sus aportes al grupo.
ROL DEL COORDINADOR DE GRUPOS:
El coordinador es el facilitador de
la comunicación y el aprendizaje, participa activamente con el grupo en la
construcción de nuevos conocimientos. Es importante que acompañe al grupo pero
posibilitando siempre su autonomía y crecimiento.
Hace una lectura de los emergentes
grupales: que se dice, de que se habla, que es lo que no se dice ni se hace,
como es la relación entre las personas, e intenta desde su lectura e
intervención ver lo oculto. Promueve la salud de los integrantes evitando
interpretaciones fuera de encuadre que resulten agresivas o invasoras.
Funciones del coordinador de grupos:
·
Crear,
fomentar y mantener la comunicación.
·
Proponer
actividades que faciliten el vínculo y la tarea (consignas claras).
·
Señalar los
obstáculos que se presenten en la tarea.
·
Contribuir a
elaborar y resolver contradicciones.
·
Analizar las
ideologías subyacentes.
·
Promover la
indagación.
·
Sostener el
encuadre.
·
Detectar las
situaciones emergentes.
·
Reflexionar
acerca de la relación entre los integrantes y con la tarea.
·
Analizar los
roles.
·
Ayudar al
reconocimiento de necesidades y objetivos comunes.
·
Hacer
explícito lo implícito de la actividad grupal.
·
Acompañar el
aprendizaje grupal desde el campo afectivo y conceptual.
El coordinador reflexiona con el
grupo acerca de la relación que los integrantes tienen entre sí y con la tarea
(observa esos dos planos). Podrá visualizar los obstáculos en las
relaciones (competencia, malentendidos, etc.), y obstáculos en relación con el
objetivo (incumplimiento de la tarea).
Un conflicto en la relación entre
los integrantes puede dificultar la tarea. Las dificultades en relación con la
tarea generan conflictos en la relación grupal.
Hay distintos estilos de
coordinación:
Estilo autoritario:
Es autoritario, ordena y decide por
el grupo.
Estilo abandónico:
Deja hacer aun cuando el grupo no
resuelve sus dificultades. No acompaña al grupo.
Estilo democrático:
Es organizador, solidario,
democrático, interesado en el otro. Orienta y acompaña al grupo, respetando su
autonomía y permitiendo que los integrantes crezcan, delega responsabilidades;
así el grupo se vuelve más creativo.