jueves, 23 de abril de 2020

SOCIALIZACIÓN Y SUBJETIVACIÓN


SOCIALIZACIÓN Y SUBJETIVACIÓN:

Los seres humanos somos seres sociales. Desde el momento en que nacemos aprendemos a vivir en sociedad. El niño recién nacido necesita de un otro para poder vivir, esto se llama prematuración humana, el niño necesita durante años del cuidado del otro a diferencia de los animales.
Los integrantes de una sociedad comparten determinadas ideas básicas en relación a cómo funciona el mundo y sobre los significados que otorgan a la vida. La forma de vivir en una cultura está tan incorporada en los sujetos que la comparten que les parece natural. El proceso por el que se logra esto se llama socialización.
El proceso de socialización consiste en la interiorización (aprendizaje) de normas, creencias y valores de la cultura en la que vivimos. Esta asimilación permite que nos identifiquemos con nuestro grupo y nos sintamos parte de él. Por ejemplo sentirnos parte del colegio.
La socialización es un proceso que se lleva a cabo durante toda la vida, y principalmente durante la infancia, etapa en la cual el ser humano adquiere nuevos conocimientos con más facilidad.
Se diferencian dos tipos de socialización:
Socialización primaria:
Es un proceso que se lleva a cabo en los primeros años de la infancia. Se produce la adquisición de la lengua y las costumbres de un grupo social. Se adquieren normas y valores. Se produce en el ámbito familiar o grupo de crianza.
Socialización secundaria:
Consiste en la asimilación de normas y valores en un nuevo entorno, es menos intensa y permite un reajuste de la socialización anterior. Se produce durante toda la vida. Por ejemplo en la escuela, en el trabajo, en el nuevo vecindario, si vivimos en otro lugar (provincia, país), en la universidad, etc.
Agentes de socialización:
Son aquellas personas o instituciones que intervienen en el proceso de socialización.
Existen muchos tipos de agentes socializadores: pueden ser personas (familiares, amigos), grupos grandes (sindicatos, asociaciones), instituciones (Iglesia, escuela, medios de comunicación) o también instrumentos (libros, películas).
Entonces a partir del proceso de socialización se aprenden normas, creencias y valores de una cultura. Las creencias son ideas compartidas sobre cómo opera el mundo, sobre algunas ideas hay pruebas, pero sobre otras no, como ocurre con las creencias religiosas. Los valores son criterios abstractos compartidos acerca de lo que es correcto, por ejemplo el valor otorgado a la familia o la amistad, también valores como el respeto y la solidaridad.
Las normas son reglas sobre lo que las personas deben o no deben hacer en una situación determinada.
El proceso de socialización es inseparable de otro proceso llamado subjetivación, que es la producción de subjetividad.
Pensarnos como sujetos en vez de individuos implica no separar el nivel individual y el socio-histórico. La producción de subjetividad es el proceso que nos hace sujetos. En cada época y lugar el ser humano será atravesado por diferentes creencias, hechos y condiciones de vida que irán produciendo su subjetividad.
En nuestra cultura los adolescentes se subjetivan en dos instituciones principales, la familia y la escuela, pero también con su grupo de pares.
La adolescencia en si es una construcción socio-histórica, no siempre existió una etapa de la vida con estas características y no todos los sectores sociales pueden vivirla, además adquiere muchas maneras de manifestarse, cada sujeto puede encontrar una en las condiciones que lo rodean.
El proceso de construcción de la subjetividad (manera singular de pensar, sentir y actuar de un sujeto en su contexto socio-cultural) no termina con la adolescencia, sino que continúa en la vida adulta y la vejez.

viernes, 3 de abril de 2020

LOS GRUPOS


Un grupo es un conjunto restringido de personas (grupo pequeño o mediano) que interactúan compartiendo un espacio físico y un tiempo determinado y se proponen de manera explícita o implícita, realizar una tarea. Durante este proceso se produce un dinámico interjuego de roles y la construcción de un nosotros. La internalización reciproca o la mutua representación interna es uno de los organizadores del grupo como estructura, es decir, que es un rasgo esencial y constitutivo del grupo; es un rasgo instituyente del grupo, le otorga a esa multiplicidad de sujetos una unidad y una interdependencia, rasgos característicos de toda estructura o sistema. En los grupos pequeños se va construyendo una mutua representación interna a partir de un proceso, de una praxis, por la que cada integrante participa de una situación. La relación que hasta ese momento era anónima, exterior, se transforma en una relación de interioridad, es decir, se cuenta con el otro, que está presente. Este otro es reconocido como significativo para mí, se instituye una estructura de relaciones entre sujetos. Estructura en movimiento, constituida a partir de necesidades.
Para conformar un grupo primero debemos conocernos, para esto hay algunas técnicas de presentación.
Hay tres condiciones para definir un grupo:
-Cuando los integrantes se definen como grupo.
-Cuando los integrantes comparten creencias.
-Cuando llevan a cabo alguna actividad coordinada.
Tipos de grupos:
Los grupos pequeños:
Grupo primario: Entre sus integrantes se establecen lazos afectivos. La familia y el grupo de amigos.
Grupo secundario: Dan respuesta a necesidades sociales específicas. Los compañeros de clase, de trabajo, de una actividad deportiva.
Si hacemos un abordaje comunitario, o realizamos un trabajo grupal lo primero que hacemos es conformar un grupo; entonces se va a construir una mutua representación interna al trabajar durante un proceso, en donde se produce una dialéctica entre sujetos, es decir que se influyen mutuamente y se constituyen recíprocamente. Esta interacción produce efectos, es decir la modificación de los sujetos.
En la interacción es fundamental la palabra, la comunicación; también la mirada. Con la mirada podemos transmitir un mensaje, no solo con la palabra. Puede ser una mirada crítica, que juzga, pero también puede ser una mirada solidaria, comprensiva, de encuentro; entonces no solo puede inmovilizar, también puede movilizar.
También cuando consideramos al otro como otro se abre la posibilidad de un intercambio e interacción más rica, es decir que aceptamos la diferencia, que el otro piensa diferente. Cuando se trabaja en grupo no se pierde la identidad, se pierde el individualismo para ganar en cooperación.
Roles grupales:
José Bleger partiendo de Pichón Riviere define al grupo operativo como un conjunto de personas con un objetivo común que intentan abordar trabajando en equipo.
Deben pretender alcanzarlo trabajando en equipo para que sea un grupo operativo. Por ejemplo un equipo de futbol podría definirse así. Una buena parte del trabajo del grupo operativo consiste en aprender a trabajar en equipo, de trabajar en forma cooperativa.
Pichón Riviére utilizo esta técnica de trabajo grupal.
En los trabajos en grupo se asumen deferentes roles. Un rol es un modelo organizado de conducta relativo a una posición de un individuo en una red de interacción. Se asumen dialécticamente diferentes tipos de roles (líder, chivo emisario, saboteador y portavoz). En los grupos operativos habrá un coordinador quien debe contribuir desde sus señalamientos a favorecer el nivel de operatividad grupal y mejorar el aprendizaje y la comunicación. Los roles no son fijos, son rotativos, y si se estereotipan es que el grupo está bloqueado por lo que el coordinador deberá intervenir para romper esa estructura.
Portavoz: es aquel que enuncia algo y aquello que anuncia dice algo de lo que está pasando en el grupo. Él lo transmite como algo propio sin saber que tiene significación grupal. Es quien detecta la situación grupal de la cual además es parte. Algo de la situación grupal lo toca a él más que a otro. Por eso en diferentes situaciones grupales pueden aparecer distintos portavoces. Denuncia lo implícito, lo que está sucediendo subyacentemente. Él desde su historia está movilizando algo pero, al mismo tiempo, es movilizado por una situación grupal de la cual es portavoz.
Chivo emisario: Es un tipo especial de portavoz. Es el depositario de aquellos aspectos negativos que la tarea ofrece al grupo, por lo que es muchas veces segregado. Se lo hace cargo de cosas que son negativas.
Saboteador: Es aquel integrante que en determinado momento del proceso grupal asume el liderazgo de la resistencia al cambio, se encarga de sabotear toda propuesta.
Líder: Es aquel en el cual se depositan los aspectos positivos de la tarea. Es quien lleva adelante los objetivos grupales.
La tarea grupal comprende diferentes momentos por los cuales transita el proceso de un grupo.
Primero está la pre-tarea, momento en el cual el grupo da vueltas antes de comenzar con la tarea principal. Puede haber desconfianza, temor a no ser aceptado. Se pueden presentar por un lado una resistencia al cambio, y por otro está el proyecto. Se ve una impostura, un como si de la tarea; es cuando el grupo se va organizando, intentando ponerse de acuerdo.
Luego llega el momento de la tarea propiamente dicha que se da cuando se aborda el objeto de conocimiento, pero también cuando se enfrentan los obstáculos. Son dos obstáculos: el epistemológico (relacionado al objeto de conocimiento) y el epistemofílico (que tiene relación con la historia de aprendizajes de ese sujeto).
Hay diferentes momentos en la conformación de un grupo, un primer momento que se llama afiliación, donde los integrantes se empiezan a acercar al grupo y a la tarea, pero todavía guardando cierta distancia; luego en la pertenencia hay un mayor grado de identificación entre los integrantes y con la tarea, porque existe un mayor compromiso, se sienten integrados al grupo. Dejan de sentirse individuos aislados para pasar a ser un nosotros grupal. Aparece la cooperación que es la capacidad de operar en conjunto, de ayudarse mutuamente los unos a los otros.
La pertinencia es la capacidad del grupo para situarse en direccionalidad al objetivo y no perder de vista la tarea. La comunicación es el proceso mediante el cual dos o más personas se influencian mutuamente. En la comunicación se producen perturbaciones constantes, apareciendo malentendidos. Para que el proceso grupal continúe su desarrollo, ante estas situaciones es necesario abordar los conflictos comunicacionales.
También podemos hablar de tres etapas en los grupos:
-Defensa del individualismo, cada uno tiene motivaciones propias para estar en el grupo, objetivos. Es un momento de dependencia del coordinador, y al mismo tiempo la idea del autoabastecimiento, es decir la creencia de que no necesitamos de los demás.
Hay una demanda exigente y al mismo tiempo un rechazo a los aportes de los integrantes y el coordinador. Si esta etapa se estereotipa se promueve la competencia y el trabajo sigue siendo individualista negando las contribuciones del grupo. Ej. Futbol: aquel que corre detrás de la pelota sin hacer pases. Actitud contradictoria frente al coordinador, se le demanda pero lo que el da no sirve, hasta que el grupo elabora el vínculo.
-Se evidencia un cambio a partir del conocimiento más profundo de los integrantes: saben el nombre, ocupación, por qué están en el grupo, etc. Aumenta la comunicación.
Aparece el temor al conflicto en el grupo y con el coordinador, por lo que se actúa de manera reparatoria, pidiendo disculpas por las formas de comunicarse con el otro, porque la diferencia no es bien tolerada. Si esta etapa se estereotipa se estructura el mito de la uniformidad integrando el coordinador como uno más del grupo. Si este olvida su rol el grupo lo ve como un líder y no hay situación de aprendizaje porque puede sobreproteger al grupo. Si se esfuerza por mantener su rol podrá ser el mediatizador para aprender nuevos conocimientos.
-Hay una aceptación de los otros con sus diferencias, se construyen nuevos vínculos, más objetivos. Se construye la identidad grupal, donde se pierde el individualismo en pos del grupo pero cada uno conserva su propia identidad. El coordinador es parte del grupo pero con un rol diferenciado, y desde ese lugar hace sus aportes al grupo.
ROL DEL COORDINADOR DE GRUPOS:
El coordinador es el facilitador de la comunicación y el aprendizaje, participa activamente con el grupo en la construcción de nuevos conocimientos. Es importante que acompañe al grupo pero posibilitando siempre su autonomía y crecimiento.
Hace una lectura de los emergentes grupales: que se dice, de que se habla, que es lo que no se dice ni se hace, como es la relación entre las personas, e intenta desde su lectura e intervención ver lo oculto. Promueve la salud de los integrantes evitando interpretaciones fuera de encuadre que resulten agresivas o invasoras.
Funciones del coordinador de grupos:
·        Crear, fomentar y mantener la comunicación.
·        Proponer actividades que faciliten el vínculo y la tarea (consignas claras).
·        Señalar los obstáculos que se presenten en la tarea.
·        Contribuir a elaborar y resolver contradicciones.
·        Analizar las ideologías subyacentes.
·        Promover la indagación.
·        Sostener el encuadre.
·        Detectar las situaciones emergentes.
·        Reflexionar acerca de la relación entre los integrantes y con la tarea.
·        Analizar los roles.
·        Ayudar al reconocimiento de necesidades y objetivos comunes.
·        Hacer explícito lo implícito de la actividad grupal.
·        Acompañar el aprendizaje grupal desde el campo afectivo y conceptual.


El coordinador reflexiona con el grupo acerca de la relación que los integrantes tienen entre sí y con la tarea (observa esos dos planos). Podrá visualizar los obstáculos en las relaciones (competencia, malentendidos, etc.), y obstáculos en relación con el objetivo (incumplimiento de la tarea).
Un conflicto en la relación entre los integrantes puede dificultar la tarea. Las dificultades en relación con la tarea generan conflictos en la relación grupal.
Hay distintos estilos de coordinación:
Estilo autoritario:
Es autoritario, ordena y decide por el grupo.
Estilo abandónico:
Deja hacer aun cuando el grupo no resuelve sus dificultades. No acompaña al grupo.
Estilo democrático:
Es organizador, solidario, democrático, interesado en el otro. Orienta y acompaña al grupo, respetando su autonomía y permitiendo que los integrantes crezcan, delega responsabilidades; así el grupo se vuelve más creativo.