SOCIALIZACIÓN Y SUBJETIVACIÓN:
Los seres humanos somos seres
sociales. Desde el momento en que nacemos aprendemos a vivir en sociedad. El
niño recién nacido necesita de un otro para poder vivir, esto se llama
prematuración humana, el niño necesita durante años del cuidado del otro a
diferencia de los animales.
Los integrantes de una sociedad
comparten determinadas ideas básicas en relación a cómo funciona el mundo y
sobre los significados que otorgan a la vida. La forma de vivir en una cultura
está tan incorporada en los sujetos que la comparten que les parece natural. El
proceso por el que se logra esto se llama socialización.
El proceso
de socialización consiste en la interiorización (aprendizaje) de normas,
creencias y valores de la cultura en la que vivimos. Esta asimilación permite
que nos identifiquemos con nuestro grupo y nos sintamos parte de él. Por
ejemplo sentirnos parte del colegio.
La
socialización es un proceso que se lleva a cabo durante toda la vida, y
principalmente durante la infancia, etapa en la cual el ser humano adquiere
nuevos conocimientos con más facilidad.
Se
diferencian dos tipos de socialización:
Socialización
primaria:
Es un
proceso que se lleva a cabo en los primeros años de la infancia. Se produce la
adquisición de la lengua y las costumbres de un grupo social. Se adquieren
normas y valores. Se produce en el ámbito familiar o grupo de crianza.
Socialización
secundaria:
Consiste en
la asimilación de normas y valores en un nuevo entorno, es menos intensa y
permite un reajuste de la socialización anterior. Se produce durante toda la
vida. Por ejemplo en la escuela, en el trabajo, en el nuevo vecindario, si
vivimos en otro lugar (provincia, país), en la universidad, etc.
Agentes de
socialización:
Son aquellas
personas o instituciones que intervienen en el proceso de socialización.
Existen muchos tipos de agentes
socializadores: pueden ser personas (familiares, amigos), grupos grandes
(sindicatos, asociaciones), instituciones (Iglesia, escuela, medios de
comunicación) o también instrumentos (libros, películas).
Entonces a partir del proceso de
socialización se aprenden normas, creencias y valores de una cultura. Las
creencias son ideas compartidas sobre cómo opera el mundo, sobre algunas ideas
hay pruebas, pero sobre otras no, como ocurre con las creencias religiosas. Los
valores son criterios abstractos compartidos acerca de lo que es correcto, por
ejemplo el valor otorgado a la familia o la amistad, también valores como el
respeto y la solidaridad.
Las normas son reglas sobre lo que
las personas deben o no deben hacer en una situación determinada.
El proceso de socialización es
inseparable de otro proceso llamado subjetivación,
que es la producción de subjetividad.
Pensarnos como sujetos en vez de
individuos implica no separar el nivel individual y el socio-histórico. La
producción de subjetividad es el
proceso que nos hace sujetos. En cada época y lugar el ser humano será
atravesado por diferentes creencias, hechos y condiciones de vida que irán
produciendo su subjetividad.
En nuestra cultura los adolescentes
se subjetivan en dos instituciones principales, la familia y la escuela, pero
también con su grupo de pares.
La adolescencia en si es una
construcción socio-histórica, no siempre existió una etapa de la vida con estas
características y no todos los sectores sociales pueden vivirla, además
adquiere muchas maneras de manifestarse, cada sujeto puede encontrar una en las
condiciones que lo rodean.
El proceso de construcción de la
subjetividad (manera singular de pensar, sentir y actuar de un sujeto en su
contexto socio-cultural) no termina con la adolescencia, sino que continúa en
la vida adulta y la vejez.
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