HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA:
Durante varios siglos
la psicología estuvo ligada a la filosofía, y recién a fines del siglo XIX se
separa de la filosofía para convertirse en una disciplina autónoma. Se
considera que la psicología nace como disciplina independiente cuando Wilhelm
Wundt funda el primer laboratorio de psicología experimental en Alemania en el
año 1879. Surge así la corriente llamada estructuralismo, porque su objetivo
era el estudio de la estructura de la conciencia. Su método era la
introspección o auto observación controlada para aislar los elementos simples
como las sensaciones, imágenes o pensamientos sobre los que se apoyaban los
procesos complejos de la mente. Se pedía a una persona que describiera una
percepción, por ejemplo al ver una imagen se le pedía que luego describiera su
color, tonalidad, intensidad, para luego mencionar los sentimientos generados
por dicha imagen.
Se considera que con
Wundt nace la psicología moderna.
Hacia fines del siglo
XIX en Austria un médico llamado Sigmund Freud funda una de las corrientes más
importantes de la psicología, el psicoanálisis. Freud nació en Freiberg en 1856
y murió en 1939 en Londres. La escuela que fundó tiene su origen en
preocupaciones surgidas de la práctica clínica. Indagó acerca de las causas del
padecimiento psíquico de las personas y su adecuado tratamiento. A partir del
estudio de las afecciones psicológicas se concibe un modelo que intenta
explicar los orígenes del funcionamiento patológico y comprender el
funcionamiento normal.
El objeto de estudio
del psicoanálisis es el inconciente.
Freud luego de
recibirse de médico había tomado clases con el médico francés Charcot, y con él
se dedicó al estudio de la histeria. En las neurosis histéricas la persona
presenta síntomas que no tienen un origen orgánico, y la causa se encuentra en
la historia de la vida del paciente que explica su padecimiento psicológico.
Freud con el psicoanálisis da respuesta a estas problemáticas, también atiende
a pacientes que sufren de neurosis obsesivas y fobias.
Las características del
modelo psicoanalítico son las siguientes:
-Se considera a la vida
psíquica como eminentemente inconciente, la actividad del ser humano no puede
ser explicada por la lógica racional sino a partir de aspectos irracionales del
psiquismo.
-Se considera de suma
importancia el periodo infantil en la formación de la personalidad adulta.
-Se da un papel
importante a la sexualidad en el desarrollo psicológico, porque plantea que la
sexualidad se construye asumiendo en la vida adulta una identidad sexual
definitiva.
Su método es la
asociación libre, prestando atención a las manifestaciones provenientes del
inconciente, como los equívocos, los sueños y fantasías, con el fin de hacer
conciente lo inconciente en el tratamiento psicoanalítico.
Entre los años 1920 y
1960 el conductismo fue una tendencia dominante en psicología, especialmente en
Estados Unidos. Si la conciencia había sido el objeto de estudio del
estructuralismo y el inconciente del psicoanálisis, la conducta será el objeto
de estudio para el conductismo.
Esta corriente tiene
como representante principal a John Watson, quien creía que la psicología tenía
que ser como las ciencias naturales y utilizar su mismo método, la observación.
La psicología para ser una ciencia objetiva debía dejar de estudiar la
conciencia y el inconciente, debido a que no eran observables, sólo es posible
observar la conducta.
La conducta humana es
explicada como producto del aprendizaje del organismo en un ambiente
determinado. Así los estudios psicológicos se centran en el aprendizaje. Todo
el comportamiento humano puede ser aprendido.
Se pretendía que los
objetos de estudio para la psicología sean medibles y observables; así es que
la conducta es el objeto de estudio hegemónico, porque puede ser observada,
medida y controlada, a diferencia de la conciencia, el inconciente o los
procesos mentales. El conductismo postula una psicología objetiva y
experimental.
Los distintos estímulos
provenientes del medio determinaban los aprendizajes, por lo que se consideraba
que había que operar sobre la influencia ambiental más que sobre los factores
internos del individuo.
Esta corriente no
contribuyó al estudio de las emociones, la memoria, el pensamiento y el
lenguaje por centrar su estudio solo en la conducta observable.
Otra escuela, la
psicología cognitiva, surge a fines de los años cincuenta como una disciplina
que se dedica al estudio científico de las estructuras y los procesos mentales.
Esta corriente surge en un contexto en que las nuevas tecnologías, como las
computadoras tenían un gran desarrollo; habían numerosos aportes de distintas
áreas del conocimiento, como la lingüística y la biología, lo que ofrecía a la
psicología un campo importante de trabajo interdisciplinario. El psicólogo
pionero de esta escuela era el norteamericano Ulric Neisser.
Esta escuela a
diferencia del conductismo propone un nuevo abordaje de los procesos
psicológicos, se trata de un estudio objetivo de lo subjetivo, una psicología
objetiva que estudie lo mental, que con una metodología objetiva y rigurosa se
estudie la memoria, las emociones, el lenguaje, el razonamiento, la atención y
la percepción.
Para la psicología
cognitiva es central estudiar cómo desarrollan los seres humanos su
conocimiento del mundo y de sí mismos. Estudia cómo el ser humano percibe el
mundo, como aprende, cómo construye la realidad y se apropia de la cultura.
También se utilizó el método experimental y la observación.
Algunas líneas teóricas
dentro de la psicología cognitiva son los trabajos del psicólogo norteamericano
Jerome Bruner, que estudia el lugar de la cultura en el desarrollo cognitivo; y
el enfoque psicogenético de Jean Piaget y Lev Vygotski que estudian la
construcción de la inteligencia.
La psicología como el
estudio de la conducta observable:
En 1904 el fisiólogo
ruso Ivan Pavlov ganó el premio Nobel por sus estudios sobre el
condicionamiento de la conducta en perros, basado en el modelo
estímulo-respuesta, que implica el análisis de la observación de una conducta
(la respuesta) que sigue a la presentación de algo que provoca dicha respuesta
(el estímulo). A través del experimento Pavlov hacía sonar una campanilla cada
vez que daba de comer carne a un perro. El perro salivaba cuando la carne
llegaba a su boca. Después de repetir varias veces este procedimiento descubrió
que el perro salivaba al oír la campanilla, aun cuando no le diera carne. Había
sido condicionado a asociar el sonido con la comida. Llamó a esta respuesta
reflejo condicionado. Esto fue utilizado para explicar cómo las diferencias
entre los individuos son el resultado de aprendizajes diversos. Esto fue tomado
por el conductismo desarrollado primero por Watson y popularizado por Skinner
(1948-Estados Unidos), quien planteaba que, el condicionamiento, a través de
las recompensas que la sociedad otorga a las personas cuya conducta se adapta a
lo que es valorado por ella, gobierna todas las facetas de la vida humana.
SISTEMA PSÍQUICO:
El psiquismo es el
conjunto de manifestaciones de la mente humana que se organizan de un modo
particular, a esta organización se la llama estructura de la personalidad.
El psiquismo fue
estudiado por Sigmund Freud, el creador del psicoanálisis.
El psicoanálisis
comenzó con el tratamiento de una mujer que era paciente del médico Joseph
Breuer. Freud, que era su discípulo, la llamó Anna O. en sus escritos. Esta
mujer sufría una parálisis en su brazo y pierna derecha, náuseas y dificultades
en la visión. A partir de estos síntomas fue diagnosticada como histérica. La
histeria en esa época era poco comprendida y muchos médicos pensaban que los
pacientes fingían sus síntomas. Breuer le aplicó un tratamiento nuevo en esos
casos, la hipnosis. Al hipnotizarla la paciente pudo recordar hechos de su
pasado que había olvidado, contó que su padre enfermo a quien ella cuidó unos
días antes de morir le preguntó la hora, ella miró el reloj con los ojos llenos
de lágrimas y no pudo ver bien la hora. Al recordar esto su problema de la
visión desapareció.
Esta paciente denominó
el método empleado en su terapia talking cure (método de la conversación).
Breuer concluyó que
los síntomas de Anna O. estaban causados por acontecimientos traumáticos del
pasado y que el recuerdo de esos sucesos tenía sobre ella un efecto catártico.
El tratamiento logró que los síntomas desaparecieran, pero surgió una
complicación, la paciente se había enamorado del médico y demandaba
constantemente su atención, lo que producía los celos de su esposa. El médico
puso fin al tratamiento y Anna sufrió un embarazo imaginario; se había
producido lo que tiempo después Freud describiría como transferencia.
Breuer le cuenta a
Freud sobre este caso, y así Freud comenzó a utilizar el método de la talking
cure con sus pacientes, que luego se va a llamar asociación libre.
Freud planteó que la
emoción contenida luego de vivir un hecho traumático se expresaba a través de
síntomas, y los llamó síntomas neuróticos. Estos hechos no eran recordados por
los pacientes, solo aparecían los síntomas. Al principio se los hacía recordar
mediante la hipnosis, pero luego este método fue abandonado, porque con
el tiempo reaparecían algunos síntomas; y se comenzó a trabajar con un método
que dio mejores resultados, la asociación libre. Se analizaban a través de este
método los actos fallidos y los sueños.
Este método permitía
conocer los fenómenos del inconsciente. La instrucción para utilizar la
asociación libre es instar al paciente para que diga todo lo que se le ocurra
en relación a una palabra, un recuerdo, color, o simplemente hablar de lo que
quiera en una sesión. Nada es insignificante ni arbitrario. En el tratamiento,
después de asociar libremente, el individuo reflexiona sobre lo que ha dicho,
guiado por el terapeuta.
El análisis de los
sueños es el camino más importante hacia el inconsciente, tienen un sentido que
puede ser descubierto en el tratamiento psicoanalítico.
En su primera teoría
del aparato psíquico Freud distingue tres niveles de conciencia: conciente,
preconciente e inconciente.
El nivel conciente
está formado por percepciones y recuerdos que están presentes.
El nivel
preconciente está constituido por pensamientos y recuerdos que no están
presentes en nuestra memoria, pero que se pueden recuperar, por ejemplo un número
telefónico.
El nivel
inconciente está compuesto por vivencias que fueron olvidadas, por deseos o
impulsos reprimidos que no llegan a la conciencia.
Entre el preconsciente
y el inconsciente opera la censura, cuya función es la represión de los deseos
e impulsos. La censura solo se relaja relativamente durante el sueño, lo que
permite que los deseos reprimidos se expresen en él, aunque de manera
disfrazada.
LA PSICOLOGÍA EN
ARGENTINA:
Hugo Vezzetti,
profesor de historia de la psicología en la Facultad de Psicología de la
Universidad de Buenos Aires, plantea que se distinguen dos momentos importantes
en el desarrollo de la psicología en nuestro país. El primer periodo, hacia
1900, se caracteriza porque la psicología carece de un perfil de
profesionalización. Es decir que no hay psicólogos profesionales sino diversos
actores sociales (intelectuales, filósofos, médicos, pedagogos) que analizan e
interpretan una serie de fenómenos a la luz de conceptos y temáticas del campo
de la psicología, en busca de la resolución de problemas prácticos. Algunos de
los temas estudiados eran: la vida psíquica, la conciencia, la conducta, la
personalidad, los grupos sociales, la niñez y la educación. En esa época Victor
Mercante escribió sobre la infancia y la adolescencia y publicó el libro “La
crisis de la pubertad” en 1918; José Ingenieros publicó “Principios de
Psicología” en 1911 y José María Ramos Mejía
escribió “La neurosis de los hombres célebres”. José Ingenieros nació en
Italia en 1877 y arribó al país en 1885
junto con su familia. Murió en 1925. En la Argentina de principios de siglo
desarrolló una fecunda actividad científica, académica y cultural. Es
considerado como uno de los pioneros en el estudio de la psicología y la
psicopatología en nuestro país. Fue autor de numerosas publicaciones, colaboró
en revistas científicas y culturales y militó en el Partido Socialista
Argentino.
El segundo periodo que
establece Vezzetti se ubica en la década de 1950 y se define por la creación de
la carrera de Psicología de nivel universitario y la posterior
profesionalización del quehacer del egresado, que recibe el título de
licenciado en Psicología.
En el año 1954 se
realiza el primer Congreso Argentino de Psicología en San Miguel de Tucumán, en
el que se debate la importancia de la formación del psicólogo profesional. La
Universidad de Buenos Aires crea la carrera de Psicología en 1957.
Por esa época, la
psicología y el psicoanálisis no sólo eran objeto de estudio académico sino que
también se articularon activamente en las discusiones culturales y comenzaron a
ocupar espacios mediáticos en diarios, revistas y televisión. ¿Cómo criar a los
hijos?, ¿Estamos deprimidos los argentinos?, y tópicos por el estilo aparecían
en los debates de los medios, con opiniones de psicólogos y psicoanalistas.
El Psicoanálisis en
Argentina:
En nuestro país la
lectura de la obra de Sigmund Freud es temprana. José Bleger, un médico
psiquiatra, autor de “Psicología de la conducta”, asume la primera cátedra de
Psicoanálisis que se dicta en la carrera de Psicología de la Universidad de
Buenos Aires en 1959. En su clase inaugural Bleger plantea que los contenidos a
impartir en la carrera “deben cubrir todos los aspectos del psicoanálisis,
historia, técnica, teoría, la formación del psicoanalista, la extensión del
psicoanálisis aplicado y sus perspectivas, su desarrollo y disidencias, sus
planteamientos y problemáticas que involucra. Sostiene que aprender y enseñar
debe consistir en reexaminar y no solo repetir; problematizar y hacer sentir la
información como algo vivo, en movimiento y en continua creación. En la
actualidad, la carrera de psicología se dicta en distintas universidades
públicas y privadas del país.
Argentina es uno de
los países de América Latina con un gran desarrollo del psicoanálisis, especialmente
a partir de la llegada al país de discípulos de Freud, como Marie Langer, Ángel
Garma y otros, que se produjo con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Ángel Garma, médico español, quien había
participado del Instituto Psicoanalítico de París, desembarcó en Argentina en
1938. La hegemonía del estalinismo en Rusia y el nazismo en Alemania bloqueó
las posibilidades de desarrollo del psicoanálisis en Europa. Entre 1932 y 1941
abandonaron Europa los psicoanalistas freudianos de la primera y segunda
generación.
Junto a Pichon Riviere
una de las fundadoras de la Asociación Psicoanalítica Argentina fue Marie
Langer. Junto a figuras destacadas en su formación en Psicoanálisis acontece
una reunión no oficial con el objetivo de fundar en Buenos Aires la Asociación
Psicoanalítica Argentina-A.P.A. (1940). El proceso de institucionalización del
Psicoanálisis en Argentina comienza con el reconocimiento oficial de la A.P.A.
por la Asociación Psicoanalítica Internacional (1942).
La Psicología en la
época del Terrorismo de Estado:
La última dictadura
militar (1976), comportó consecuencias terribles para el campo de la salud
mental de la población. No solo se produjo la persecución y desaparición
sistemática de estudiantes y profesionales; también tuvo efectos en las teorías
y prácticas: comunidades terapéuticas, las experiencias piloto en los
hospitales monovalentes, y en los primeros servicios en Hospitales Generales.
Sus efectos también comprendieron el desprestigio de las prácticas y teorías,
junto con la desarticulación de los espacios gremiales. A nivel académico,
implicó la pérdida de autonomía universitaria, el cierre de muchas de las
carreras de Psicología así como el desmantelamiento de sus planteles docentes
por cesantía y desaparición de muchos de sus profesores.
Los efectos de la
última dictadura cívico-militar (1976-1983) impactaron en la carrera de
Psicología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que se desarrolló
durante estos años bajo la figura del cupo cero, la cual no permitía la
inscripción de nuevos alumnos.
En aquella época
Beatríz Leonor Perosio ocupaba el cargo de Presidenta de la Asociación de
Psicólogos/as de Buenos Aires (APBA) desde 1977 y de la Federación de
Psicólogos de la República Argentina (FePRA), siendo secuestrada por los
militares el 8 de agosto de 1978.
Desde el inicio de la
dictadura, estaban prohibidas las reuniones gremiales, y la Copra, la entidad
que reunía a los psicólogos de todo el país, prácticamente desaparece. Pero en
diciembre del 77 se vuelve a crear una entidad nacional, la Fepra. Perosio
estaba en el grupo fundador y fue la primera presidenta de la Fepra. Hace unos
años la Fepra decidió poner su nombre al premio al mejor trabajo científico en
cada Congreso Argentino de Psicología.
Perosio era una militante política, comprometida con la niñez, que bregó para
que la investigación, la ciencia y la cultura sean patrimonio del conjunto de
la comunidad.
El 8 de agosto, es una
jornada de memoria para el mundo psi y para la comunidad en general. Se
conmemora el Día Nacional del Psicólogo y la Psicóloga Víctima del Terrorismo
de Estado. La fecha fue instituida por ese día de 1978 en el que desapareció
quien fue presidenta de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA) y de
la Federación de Psicólogos de la República Argentina (FEPRA), las entidades
que estuvieron al frente de la lucha para que la psicología dejara de estar
bajo la tutela médica y para que se pudiera ejercer la tarea clínica
autónomamente, entre otras incumbencias que trajo la Ley de Ejercicio Profesional
de la Psicología, que se sancionó en 1985, sólo un poco después de la
reinstalación de la democracia”. Las carreras de Licenciatura y Profesorado en Psicología fueron
reabiertas en 1984.
PSICOLOGÍA SOCIAL Y PSICOANÁLISIS EN ARGENTINA
El
impacto causado por el movimiento psicoanalítico de Freud sobre el pensamiento
humano fue de tal magnitud que sobrepasó el dominio de la psicología y cambió
la concepción de ser humano construida en la modernidad.
Fueron muchas las contribuciones del
movimiento psicoanalítico a la psicología social, entre ellas los estudios
sobre la cultura, los estudios sobre la estructura y dinámica familiar, los
trabajos sobre el proceso de socialización y el funcionamiento de los grupos.
Sigmund Freud fue el fundador del
psicoanálisis. En el ejercicio de la medicina en Viena (Austria), a fines del
siglo XIX y principios del siglo XX, al ver que sus pacientes sufrían
diferentes síntomas neuróticos (tos, ceguera, afonías, depresión, etc.), pero
sin encontrar una causa médica, sino emocional, se interesó en la psicología y
comenzó a desarrollar su teoría psicoanalítica. Específicamente se dedica al
estudio del inconciente, aquellas vivencias que hemos olvidado, en gran parte
de la infancia, pero que producen un efecto duradero en nuestra vida. Descubre
que el inconciente se manifiesta a través de los síntomas, sueños, actos
fallidos y chistes. Por lo que él creyó
que se podían conocer las causas inconcientes del sufrimiento, lo que producía
un alivio en los síntomas.
Con la obra de Freud cambia el pensamiento de
la modernidad. En la época moderna se creía que el ser humano era un ser
puramente racional, dueño de sus actos. Freud demuestra que el ser humano
también es irracional, guiado por las emociones, no siempre por la razón.
El psicoanálisis influyó mucho en las ciencias
sociales y es una de las corrientes más importantes de la psicología.
En nuestro país la lectura de la obra de
Sigmund Freud es temprana. En Buenos Aires se funda en 1942 la APA (Asociación
Psicoanalítica Argentina). Uno de sus fundadores fue el médico Enrique Pichón
Riviere, quien fue también el creador de la psicología social Argentina.
En 1957 se crea la carrera de psicología en la
Universidad de Buenos Aires, y muchos de los profesores que fueron a dar clases
se habían formado en la APA, entre ellos José Bleger, quien se dedica a enseñar
la historia del psicoanálisis, su técnica, teoría y planteos centrales.
Enrique Pichón Riviere nació en Ginebra Suiza
en 1907 y vino a vivir a la Argentina junto a sus padres cuando era pequeño.
Estudió medicina en Bs As. y una vez recibido comenzó a trabajar en un hospital
psiquiátrico. Allí se encuentra con el problema del paciente abandonado, casi
nadie visitaba a estas personas, los pacientes estaban aislados y los
enfermeros no tenían conocimiento sobre cómo actuar en la emergencia ni cómo
contener a la familia, no había un trabajo en equipo para reflexionar y
comprender el problema de salud mental del paciente. Este maltrato lo analiza
como un problema de comprensión del cuadro del paciente y de falta de
comprensión conjunta entre profesionales. Descubre lo que llama fracturas
vinculares. Había una fractura entre la
familia y el hospital psiquiátrico, la familia y el paciente, los enfermeros entre
sí o con el médico; no había diálogo,
nadie le explicaba a la familia del paciente cuál era su problema, qué
tratamiento recibiría, no se ofrecía contención a la familia. Lo que busca
entonces es fortalecer esos vínculos, que haya trabajo en equipo. Propone que
los profesionales puedan reflexionar en conjunto sobre el caso de cada
paciente, capacitó a los enfermeros para que pudieran teorizar toda su
experiencia. Se instituye una lectura psicosocial y una nueva modalidad de
trabajo en el hospital, permitiendo que los enfermeros puedan sistematizar su experiencia adquirida, mejorando así la
atención a los pacientes y su familia. A partir de ese trabajo y su formación
en psicoanálisis, Pichón Riviere empieza a elaborar su teoría sobre los grupos,
haciendo una articulación con el psicoanálisis. Definió a la psicología social
como una ciencia autónoma, aunque hoy se la considera una rama de la
psicología. Decía que es una ciencia que estudia la interacción social y que
está orientada hacia un cambio social.
A partir del concepto de vínculo fundamenta el
pasaje del psicoanálisis a la psicología social. Con este concepto plantea que
no hay individuos como unos, recortados y aislados, sino que siempre hay
estructuras vinculares, seres entramados. La calidad de vida de los seres
humanos depende de la calidad de los vínculos que sostienen con otros seres que
les sean afectivamente significativos.
Al
igual que este médico otros autores se dedican a relacionar la psicología con
lo social y hoy se sabe que la psicología es inseparable de lo social. Para esto
los aportes de este autor fueron muy importantes. Va a decir que la psicología
social es un campo de saber especializado en las tramas vinculares humanas, el
psicólogo social desarrolla su intervención en grupos, organizaciones y
comunidades. Su compromiso es con el cambio a una sociedad más equitativa.
Se desarrollan nuevos conceptos teóricos en
psicología y surgen nuevas especializaciones y campos de práctica como la
psicología social comunitaria. También se desarrolla dentro del ámbito clínico
la terapia de grupos, la terapia familiar, el psicodrama, la psicología
institucional y las comunidades terapéuticas.
Pichón crea los GRUPOS OPERATIVOS DE
APRENDIZAJE, una técnica de trabajo grupal. Uno de sus discípulos más
importantes fue Fernando Ulloa, quien junto con José Bleger se dedicó a la
psicología institucional y social; estas corrientes tenían mucha influencia del
psicoanálisis.
LOS GRUPOS:
Un grupo es un conjunto restringido de personas
(grupo pequeño o mediano) que interactúan compartiendo un espacio físico y un
tiempo determinado y se proponen de manera explícita o implícita, realizar una
tarea. Durante este proceso se produce un dinámico interjuego de roles y la
construcción de un nosotros. La internalización recíproca o la mutua
representación interna es uno de los organizadores del grupo como estructura,
es decir, que es un rasgo esencial y constitutivo del grupo; es un rasgo
instituyente del grupo, le otorga a esa multiplicidad de sujetos una unidad y
una interdependencia, rasgos característicos de toda estructura o sistema. En
los grupos pequeños se va construyendo una mutua representación interna a
partir de un proceso, de una praxis, por la que cada integrante participa de
una situación. La relación que hasta ese momento era anónima, exterior, se
transforma en una relación de interioridad, es decir, se cuenta con el otro,
que está presente. Este otro es reconocido como significativo para mí, se
instituye una estructura de relaciones entre sujetos. Estructura en movimiento,
constituida a partir de necesidades.
Para conformar un grupo primero debemos
conocernos, para esto hay algunas técnicas de presentación.
Hay tres condiciones para definir un grupo:
-Cuando los integrantes se definen como grupo.
-Cuando los integrantes comparten creencias.
-Cuando llevan a cabo alguna actividad
coordinada.
Tipos de grupos:
Los grupos pequeños:
Grupo primario: Entre sus integrantes se
establecen lazos afectivos. La familia y el grupo de amigos.
Grupo secundario: Dan respuesta a necesidades
sociales específicas. Los compañeros de clase, de trabajo, de una actividad
deportiva.
Si hacemos un abordaje comunitario, o
realizamos un trabajo grupal lo primero que hacemos es conformar un grupo;
entonces se va a construir una mutua representación interna al trabajar durante
un proceso, en donde se produce una dialéctica entre sujetos, es decir que se
influyen mutuamente y se constituyen recíprocamente. Esta interacción produce
efectos, es decir la modificación de los sujetos.
En la interacción es fundamental la palabra, la
comunicación; también la mirada. Con la mirada podemos transmitir un mensaje,
no solo con la palabra. Puede ser una mirada crítica, que juzga, pero también
puede ser una mirada solidaria, comprensiva, de encuentro; entonces no solo
puede inmovilizar, también puede movilizar.
También cuando consideramos al otro como otro
se abre la posibilidad de un intercambio e interacción más rica, es decir que
aceptamos la diferencia, que el otro piensa diferente. Cuando se trabaja en
grupo no se pierde la identidad, se pierde el individualismo para ganar en
cooperación.
Roles grupales:
José Bleger partiendo de Pichón Riviére define
al grupo operativo como un conjunto de personas con un objetivo común que
intentan abordar trabajando en equipo.
Deben pretender alcanzarlo trabajando en equipo
para que sea un grupo operativo. Por ejemplo, un equipo de fútbol podría
definirse así. Una buena parte del trabajo del grupo operativo consiste en
aprender a trabajar en equipo, de trabajar en forma cooperativa.
Pichón Riviere utilizó esta técnica de trabajo
grupal.
En los trabajos en grupo se asumen diferentes
roles. Un rol es un modelo organizado de conducta relativo a una posición de un
individuo en una red de interacción. Se asumen dialécticamente diferentes tipos
de roles (líder, chivo emisario, saboteador y portavoz). En los grupos
operativos habrá un coordinador quien
debe contribuir desde sus señalamientos a favorecer el nivel de operatividad
grupal y mejorar el aprendizaje y la comunicación. Los roles no son fijos, son
rotativos, y si se estereotipan es que el grupo está bloqueado por lo que el
coordinador deberá intervenir para romper esa estructura.
Portavoz:
es aquel que enuncia algo y aquello que anuncia dice algo de lo que está
pasando en el grupo. Él lo transmite como algo propio sin saber que tiene
significación grupal. Es quien detecta la situación grupal de la cual además es
parte. Algo de la situación grupal lo toca a él más que a otro. Por eso en
diferentes situaciones grupales pueden aparecer distintos portavoces. Denuncia
lo implícito, lo que está sucediendo subyacentemente. Él desde su historia está
movilizando algo pero, al mismo tiempo, es movilizado por una situación grupal
de la cual es portavoz.
Chivo emisario: Es un tipo especial de portavoz. Es el
depositario de aquellos aspectos negativos que la tarea ofrece al grupo, por lo
que es muchas veces segregado. Se lo hace cargo de cosas que son negativas.
Saboteador:
Es aquel integrante que en determinado momento del proceso grupal asume el
liderazgo de la resistencia al cambio, se encarga de sabotear toda propuesta.
Líder: Es aquel en el cual se depositan los aspectos
positivos de la tarea. Es quien lleva adelante los objetivos grupales.
Hay diferentes momentos en la conformación de
un grupo, un primer momento que
se llama afiliación, donde los integrantes se empiezan a acercar al
grupo y a la tarea, pero todavía guardando cierta distancia; luego en la pertenencia
hay un mayor grado de identificación entre los integrantes y con la tarea,
porque existe un mayor compromiso, se sienten integrados al grupo. Dejan de
sentirse individuos aislados para pasar a ser un nosotros grupal. Aparece la
cooperación que es la capacidad de operar en conjunto, de ayudarse mutuamente
los unos a los otros.
ROL DEL COORDINADOR DE GRUPOS:
El coordinador es el facilitador de la
comunicación y el aprendizaje, participa activamente con el grupo en la
construcción de nuevos conocimientos. Es importante que acompañe al grupo pero
posibilitando siempre su autonomía y crecimiento.
Hace una lectura de los emergentes grupales:
que se dice, de que se habla, que es lo que no se dice ni se hace, cómo es la
relación entre las personas, e intenta desde su lectura e intervención ver lo
oculto. Promueve la salud de los integrantes evitando interpretaciones fuera de
encuadre que resulten agresivas o invasoras.
Funciones del coordinador de grupos:
Crear, fomentar y mantener la comunicación.
Proponer actividades que faciliten el vínculo y la tarea (consignas
claras).
Señalar los obstáculos que se presenten en la tarea.
Contribuir a elaborar y resolver contradicciones.
Analizar las ideologías subyacentes.
Promover la indagación.
Sostener el encuadre.
Detectar las situaciones emergentes.
Reflexionar acerca de la relación entre los integrantes y con la tarea.
Analizar los roles.
Ayudar al reconocimiento de necesidades y objetivos comunes.
Hacer explícito lo implícito de la actividad grupal.
Acompañar el aprendizaje grupal desde el campo
afectivo y conceptual.
El
coordinador reflexiona con el grupo acerca de la relación que los integrantes
tienen entre sí y con la tarea (observa esos dos planos). Podrá
visualizar los obstáculos en las relaciones (competencia, malentendidos, etc.),
y obstáculos en relación con el objetivo (incumplimiento de la tarea).
Un conflicto en la relación entre los
integrantes puede dificultar la tarea. Las dificultades en relación con la
tarea generan conflictos en la relación grupal.
Hay distintos estilos de coordinación y
liderazgo:
Estilo
autoritario:
Es autoritario, ordena y decide por el grupo.
Estilo
abandónico:
Deja hacer aun cuando el grupo no resuelve sus
dificultades. No acompaña al grupo.
Estilo
democrático:
Es organizador, solidario, democrático,
interesado en el otro. Orienta y acompaña al grupo, respetando su autonomía y
permitiendo que los integrantes crezcan, delega responsabilidades; así el grupo
se vuelve más creativo.
CAMPOS DE PRÁCTICA DE LA PSICOLOGÍA:
Existen
distintos campos de aplicación de la psicología como la psicología social
comunitaria; psicología institucional, psicología clínica, psicología forense,
psicología laboral, psicología educacional, investigación y docencia.
Psicología
clínica: se lleva a cabo en el
consultorio privado, o en el ámbito de la salud pública como ser un hospital o
centro de salud. El psicólogo realiza su intervención en función de la
problemática planteada por los pacientes; puede ser una terapia individual,
grupal, de pareja o familiar.
El psicólogo clínico es un profesional que
recibe al consultante afectado por alguna forma de sufrimiento anímico, por
sufrir determinados síntomas. Pueden ser fobias, afecciones psicosomáticas (una
afección corporal por causas anímicas, preocupaciones por problemas familiares
que la persona no sabe cómo resolver, por problemas de adicción, etc.). En la
terapia se busca la superación de las causas del sufrimiento a partir de la
escucha, el diálogo y las devoluciones
del psicólogo. El marco teórico de la clínica puede ser diferente según la
formación de cada terapeuta. Hay terapias psicoanalíticas, conductuales o
terapias breves. Algunos psicólogos se dedican exclusivamente a la atención de
niños y adolescentes, y otros atienden a adultos y ancianos.
En el caso de las terapias breves el psicólogo
y el paciente se focalizan en un problema que preocupa a la persona que
consulta. El psicólogo ayuda al paciente a establecer cuál es el problema, como
se ha formado y por qué se sigue perpetuando. Una vez establecido este
diagnóstico el psicólogo propone algunos caminos en dirección al cambio, puede
ser un cambio de conducta, o un cambio en las ideas, o en la forma en que se
interpretan las situaciones. En el transcurso de la terapia el paciente aprende
a comunicarse de otro modo, a resolver conflictos interpersonales (en la
pareja, en la relación con los hijos o con los padres, en el trabajo, etc.) y a
expresar sus sentimientos con claridad. En las psicoterapias breves el
psicólogo y el paciente se proponen lograr un objetivo, y una vez conseguido la
terapia llega a su fin.
En el caso de las terapias psicoanalíticas el
trabajo es similar, pero a diferencia de la anterior son terapias que requieren
un poco más de tiempo, el cual depende de cada persona, debido a que no solo se
focaliza en un problema puntual, sino que se trabaja más en profundidad sobre
distintos temas relacionados con la historia del paciente y diferentes áreas de
su vida. El psicólogo escucha al paciente, analiza sus sueños, y de esta manera
se intenta acceder al inconsciente, que
son aquellas representaciones que cayeron bajo la represión y que no pueden ser
recuperadas por la conciencia, pero que producen efectos en nuestra vida
actual. A partir del método del psicoanálisis que se llama asociación libre de
ideas se pueden buscar las huellas del inconciente, que se expresan a partir de
los sueños, actos fallidos, síntomas y chistes. Se busca que la persona tenga
mayor poder sobre su vida, que pueda tomar decisiones, resolver sus problemas y
tener más bienestar en su vida cotidiana.
En las terapias cognitivo conductuales se busca
lograr cambios en la forma de enfocar los problemas y en la conducta, para que
la persona se sienta mejor. En este caso no se trabaja con el inconciente, sino
con la conciencia y se centra en las dificultades del presente.
Estos son tres de los modelos principales de
trabajo en la psicología clínica, según el marco teórico el psicólogo tendrá un
abordaje terapéutico diferente.
El ámbito de la psicología forense es otro campo importante de intervención.
Es una especialidad de la psicología que se nutre de la Sociología, la
Antropología, la Psicología y el Derecho. Desarrolla su actividad en estudios
jurídicos, el poder judicial, cárceles, centros de atención a las víctimas,
poder legislativo, institutos de contención para adolescentes en conflicto con
la ley penal, minoridad, organismos de promoción y protección de derechos.
Realiza peritajes, orienta a familias en diferentes problemáticas, por ejemplo
casos de violencia familiar, de vulneración de derechos de niños y
adolescentes, de adopción, atención de adolescentes o adultos que han tenido un
conflicto con la ley. El psicólogo forense utiliza recursos de la psicología
clínica, social e institucional y técnicas de exploración psicológica. Trabaja
de manera interdisciplinaria con otros profesionales, integrándose con espíritu
de equipo para comprender de manera científica y humana los problemas
psicológicos de los sujetos que reciben su atención. Lo central es la relación
de las personas con la ley y la responsabilidad que el sujeto asume en relación
a sus propios actos. El rol del psicólogo forense es pensado en el marco de los
derechos humanos y la justicia social y su práctica no debe reducirse a la de
un técnico que administra pruebas psicológicas, por lo que se interesa por la
salud mental y el bienestar de la persona que recibe su atención.
Otro campo de intervención es la psicología social comunitaria.
Los psicólogos que se especializan en este campo trabajan en las comunidades,
por ejemplo en los barrios a través del municipio, o en un hospital público.
Una comunidad es un conjunto de personas que tienen características en común,
un sentido de comunidad, interacciones entre ellas y una cultura común. El
sentido de comunidad se refiere a que todos se sienten parte de esa comunidad,
por ejemplo una escuela, un club, un vecindario. Las interacciones sociales
consisten en los intercambios entre las personas. La cultura se refiere a
códigos de significaciones que son compartidos aunque no homogéneos.
El trabajo de los psicólogos en una comunidad
se relaciona con la prevención y promoción de la salud. Se trabaja con los
aspectos positivos, los potenciales de cada persona, para que los despliegue en
beneficio de su propia comunidad, en un proyecto común. Ayuda a los integrantes
del barrio a resolver un problema, a partir de una necesidad que surge en esa
comunidad. Por ejemplo se organizan reuniones en una unión vecinal para hablar
de los problemas del barrio y los vecinos plantean su preocupación por la
deserción escolar. Organizan entonces junto al psicólogo, también puede
acompañarlos un trabajador social, talleres de apoyo escolar para los niños y
un comedor escolar. El psicólogo busca fortalecer a la comunidad y a las
personas que integran esa comunidad.
Se trata de un psicólogo que trabaja como
facilitador de procesos de participación en los que la comunidad optimiza y se
apropia de recursos para generar cambios, es un trabajador de la salud superador
del enfoque restrictivo de la salud, orientándose hacia el logro del desarrollo
humano integral, de un mayor bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida.
Es fundamental la participación de las personas y son ellas mismas quienes
definen sus necesidades.
Esta psicología es social porque tiene como
función primordial organizar a la comunidad para cambiar su condición de
vulnerabilidad. Se trata entonces de FORTALECER (empoderar) a la comunidad.
Para lograr este fortalecimiento es fundamental la PARTICIPACIÓN, que se
refiere a la acción desarrollada por los integrantes de la comunidad en función
de objetivos generados a partir de necesidades sentidas y de acuerdo con
estrategias colectivamente definidas, basadas en la solidaridad y el apoyo
social. Esta acción va acompañada del surgimiento de liderazgos comunitarios.
También es importante la CONCIENCIA, o
concientización, que implica el desarrollo de la reflexión crítica y la
comprensión del carácter histórico de los fenómenos comunitarios.
La AUTOGESTIÓN se expresa en la autonomía de
las acciones y en la toma de decisiones concernientes a la comunidad. El
COMPROMISO concierne al sentimiento ético de apego y obligación con los demás,
que lleva a involucrarse en acciones colectivas con el fin de producir
beneficios para todos.
Otro campo es la psicología educacional. Estos psicólogos trabajan en las
escuelas y se ocupan de las dificultades de aprendizaje y los conflictos que
surjan en las instituciones educativas. Temas como problemas de aprendizaje,
repitencia, deserción escolar, violencia escolar, orientación a docentes,
estudiantes y familia. La psicología educacional es clave para comprender y
abordar la complejidad del aprendizaje en sus diferentes contextos, y estudiar
aquellos aspectos psicológicos comprometidos con el aprendizaje en las
diferentes edades del desarrollo humano. El trabajo del psicólogo educacional
es interdisciplinario y tomará como uno de sus ejes la prevención y promoción
de la salud.
Psicología
laboral. Son psicólogos que
trabajan en las empresas, en un equipo de recursos humanos en la selección de
personal, en capacitación y orientación de los trabajadores nuevos, promueven
la seguridad en el ámbito laboral, cuidando del bienestar y seguridad de los
trabajadores. Las diferentes tareas del psicólogo laboral pueden ser:
-Selección de personal: asignando a la persona
adecuada en cada cargo.
-Relaciones internas: velar por la seguridad e
higiene en el ámbito laboral, crear ámbitos de encuentro para los empleados,
monitorear el clima organizacional y definir planes de acción para su
mejoramiento.
-Comunicación interna: Hacer accesible la
información a todos los integrantes de la organización.
Un profesional de la psicología puede dedicarse
a cualquiera de estos campos. Como vemos los psicólogos no solo trabajan en el
consultorio realizando un tratamiento psicoterapéutico, también trabajan en
diferentes instituciones (escuelas, hospitales, cárceles, centros de atención a
la víctima, empresas).
Otros ámbitos de aplicación de la psicología son
la enseñanza en los diferentes niveles del sistema educativo y la investigación
psicosocial.
SOCIALIZACIÓN Y SUBJETIVIDAD:
Los
seres humanos somos seres sociales. Desde el momento en que nacemos aprendemos
a vivir en sociedad. El niño recién nacido necesita de un otro para poder
vivir, esto se llama prematuración humana, el niño necesita durante años del
cuidado del otro a diferencia de los animales.
Los integrantes de una sociedad comparten
determinadas ideas básicas en relación a cómo funciona el mundo y sobre los
significados que otorgan a la vida. La forma de vivir en una cultura está tan
incorporada en los sujetos que la comparten qué les parece natural. El proceso
por el que se logra esto se llama socialización.
El proceso de socialización consiste en la
interiorización (aprendizaje) de normas, creencias y valores de la cultura en
la que vivimos. Esta asimilación permite que nos identifiquemos con nuestro
grupo y nos sintamos parte de él. Por ejemplo, sentirnos parte del colegio.
La socialización es un proceso que se lleva a
cabo durante toda la vida, y principalmente durante la infancia, etapa en la
cual el ser humano adquiere nuevos conocimientos con más facilidad.
Se diferencian dos tipos de socialización:
Socialización primaria:
Es un proceso que se lleva a cabo en los
primeros años de la infancia. Se produce la adquisición de la lengua y las
costumbres de un grupo social. Se adquieren normas y valores. Se produce en el
ámbito familiar o grupo de crianza.
Socialización secundaria:
Consiste en la asimilación de normas y valores
en un nuevo entorno, es menos intensa y permite un reajuste de la socialización
anterior. Se produce durante toda la vida. Por ejemplo en la escuela, en el
trabajo, en el nuevo vecindario, si vivimos en otro lugar (provincia, país), en
la universidad, etc.
Agentes de socialización:
Son aquellas personas o instituciones que
intervienen en el proceso de socialización.
Existen muchos tipos de agentes
socializadores: pueden ser personas (familiares, amigos), grupos grandes
(sindicatos, asociaciones), instituciones (Iglesia, escuela, medios de
comunicación) o también instrumentos (libros, películas).
Entonces a partir del proceso de socialización
se aprenden normas, creencias y valores de una cultura. Las creencias son ideas
compartidas sobre cómo opera el mundo, sobre algunas ideas hay pruebas, pero
sobre otras no, como ocurre con las creencias religiosas. Los valores son
criterios abstractos compartidos acerca de lo que es correcto, por ejemplo el
valor otorgado a la familia o la amistad, también valores como el respeto y la
solidaridad.
Las normas son reglas sobre lo que las
personas deben o no deben hacer en una situación determinada.
El proceso de socialización es inseparable de
otro proceso llamado subjetivación,
que es la producción de subjetividad.
Pensarnos como sujetos en vez de individuos
implica no separar el nivel individual y el socio-histórico. La producción de subjetividad es el proceso que nos hace
sujetos. En cada época y lugar el ser humano será atravesado por diferentes
creencias, hechos y condiciones de vida que irán produciendo su subjetividad.
En nuestra cultura los adolescentes se
subjetivan en dos instituciones principales, la familia y la escuela, pero
también con su grupo de pares.
La adolescencia en sí es una construcción
socio-histórica, no siempre existió una etapa de la vida con estas
características y no todos los sectores sociales pueden vivirla, además
adquiere muchas maneras de manifestarse, cada sujeto puede encontrar una en las
condiciones que lo rodean.
El proceso de construcción de la subjetividad
(manera singular de pensar, sentir y actuar de un sujeto en su contexto
socio-cultural) no termina con la adolescencia, sino que continúa en la vida
adulta y la vejez.
Referencias bibliográficas:
Carretero, Mario. Psicología. Bs. As Aique
Polimodal. 2011.
Kornblit, Ana Lía. Psicología. Santiago de
Chile. McGraw- Hill. 2004.