lunes, 21 de abril de 2025

Salud Mental

 La Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657, sancionada en 2010 y reglamentada en 2013, reconoce a las personas con padecimientos subjetivos como sujetos de derecho y establece que los abordajes en salud mental deben ser interdisciplinarios, intersectoriales y comunitarios. 

En su artículo 3 define la salud mental como «un proceso determinado por componentes históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona».

En lugar de centrarse en aspectos meramente individuales y patológicos, se asume que se trata de una construcción singular y colectiva, en cuanto somos personas únicas, irrepetibles y diversas, que, además, portamos marcas comunes, propias de la época en que vivimos. 

Sin embargo, la salud mental no siempre se pensó de este modo. La forma de entenderla y abordarla ha variado a lo largo de la historia; por ejemplo, durante la Edad Media, la locura era considerada una «posesión diabólica». Resulta paradigmática, en este sentido, la figura de las brujas, condenadas a la hoguera para «liberar su alma» de aquella posesión. Luego, en la modernidad, con la aparición de la medicina científica y la psiquiatría, la locura se medicaliza. «Las personas locas» pasaron a ser consideradas «enfermas mentales», despojadas de la razón. Se instaló entonces la presunción de peligrosidad, que justificó la estrategia del encierro y la exclusión, y el manicomio como lugar de tratamiento para alojar la locura.  

Desde fines de la Segunda Guerra Mundial, y en consonancia con los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se vienen desarrollando propuestas de reformas que, desde una perspectiva de derechos con base comunitaria, sostienen que los lazos sociales son fundamentales para el bienestar de las personas. Se plantea que el encierro no contribuye a la salud mental. En esta perspectiva crítica de la mirada individual y patologizante, se inscribe la Ley Nacional de Salud Mental antes mencionada y los antecedentes normativos que la preceden (art. 2).

Las miradas centradas solamente en la dimensión individual de las problemáticas de salud mental tienen vigencia en nuestros días. Por ejemplo, cada vez que tienden a silenciarse u ocultarse, y también cuando se proponen abordajes psicopatologizantes, basados exclusivamente en la derivación o en tratamientos psicofarmacológicos.

Es fundamental romper con los estereotipos y estigmatizaciones que existen en torno a los padecimientos subjetivos o las problemáticas de salud mental. Como señalan estudios de la Organización Mundial de la Salud, los padecimientos mentales no son poco frecuentes. Entre ellos, podemos señalar el consumo problemático de alcohol, el consumo de tabaco, la depresión y los trastornos de ansiedad. Pero recordemos que, según la legislación actual, la salud mental ha dejado de considerarse desde la perspectiva de la enfermedad e incluye un conjunto de problemáticas humanas que visibilizan distintos grados de sufrimiento y malestar. En este enfoque crítico, se contempla prioritariamente la dimensión social y comunitaria del individuo, y se aborda la salud mental como un proceso de ida y vuelta entre lo singular y lo colectivo.

En 1994, la Organización Mundial de la Salud y la Ley N.º 26959 en nuestro país establecieron el 10 de octubre como el Día Nacional de la Salud Mental. Es una buena oportunidad para explicar que la Ley Nacional de Salud Mental promueve la integración de las personas con padecimiento mental para la plena vigencia de sus derechos, fundada en la presunción de capacidad de las personas con sufrimiento mental. Esto permite entender a las personas con padecimiento mental como sujetos de derecho y se contrapone al paradigma de la incapacidad, según el cual la persona queda objetivada tras la categorización de “enfermedad mental”. Y se plantea la importancia del abordaje interdisciplinario e intersectorial. 


lunes, 8 de abril de 2024

Cuadernillo de estudio 2024

 

HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA:

Durante varios siglos la psicología estuvo ligada a la filosofía, y recién a fines del siglo XIX se separa de la filosofía para convertirse en una disciplina autónoma. Se considera que la psicología nace como disciplina independiente cuando Wilhelm Wundt funda el primer laboratorio de psicología experimental en Alemania en el año 1879. Surge así la corriente llamada estructuralismo, porque su objetivo era el estudio de la estructura de la conciencia. Su método era la introspección o auto observación controlada para aislar los elementos simples como las sensaciones, imágenes o pensamientos sobre los que se apoyaban los procesos complejos de la mente. Se pedía a una persona que describiera una percepción, por ejemplo al ver una imagen se le pedía que luego describiera su color, tonalidad, intensidad, para luego mencionar los sentimientos generados por dicha imagen.

Se considera que con Wundt nace la psicología moderna.

Hacia fines del siglo XIX en Austria un médico llamado Sigmund Freud funda una de las corrientes más importantes de la psicología, el psicoanálisis. Freud nació en Freiberg en 1856 y murió en 1939 en Londres. La escuela que fundó tiene su origen en preocupaciones surgidas de la práctica clínica. Indagó acerca de las causas del padecimiento psíquico de las personas y su adecuado tratamiento. A partir del estudio de las afecciones psicológicas se concibe un modelo que intenta explicar los orígenes del funcionamiento patológico y comprender el funcionamiento normal.

El objeto de estudio del psicoanálisis es el inconciente.

Freud luego de recibirse de médico había tomado clases con el médico francés Charcot, y con él se dedicó al estudio de la histeria. En las neurosis histéricas la persona presenta síntomas que no tienen un origen orgánico, y la causa se encuentra en la historia de la vida del paciente que explica su padecimiento psicológico. Freud con el psicoanálisis da respuesta a estas problemáticas, también atiende a pacientes que sufren de neurosis obsesivas y fobias.

Las características del modelo psicoanalítico son las siguientes:

-Se considera a la vida psíquica como eminentemente inconciente, la actividad del ser humano no puede ser explicada por la lógica racional sino a partir de aspectos irracionales del psiquismo.

-Se considera de suma importancia el periodo infantil en la formación de la personalidad adulta.

-Se da un papel importante a la sexualidad en el desarrollo psicológico, porque plantea que la sexualidad se construye asumiendo en la vida adulta una identidad sexual definitiva.

Su método es la asociación libre, prestando atención a las manifestaciones provenientes del inconciente, como los equívocos, los sueños y fantasías, con el fin de hacer conciente lo inconciente en el tratamiento psicoanalítico.

Entre los años 1920 y 1960 el conductismo fue una tendencia dominante en psicología, especialmente en Estados Unidos. Si la conciencia había sido el objeto de estudio del estructuralismo y el inconciente del psicoanálisis, la conducta será el objeto de estudio para el conductismo.

Esta corriente tiene como representante principal a John Watson, quien creía que la psicología tenía que ser como las ciencias naturales y utilizar su mismo método, la observación. La psicología para ser una ciencia objetiva debía dejar de estudiar la conciencia y el inconciente, debido a que no eran observables, sólo es posible observar la conducta.

La conducta humana es explicada como producto del aprendizaje del organismo en un ambiente determinado. Así los estudios psicológicos se centran en el aprendizaje. Todo el comportamiento humano puede ser aprendido.

Se pretendía que los objetos de estudio para la psicología sean medibles y observables; así es que la conducta es el objeto de estudio hegemónico, porque puede ser observada, medida y controlada, a diferencia de la conciencia, el inconciente o los procesos mentales. El conductismo postula una psicología objetiva y experimental.

Los distintos estímulos provenientes del medio determinaban los aprendizajes, por lo que se consideraba que había que operar sobre la influencia ambiental más que sobre los factores internos del individuo.

Esta corriente no contribuyó al estudio de las emociones, la memoria, el pensamiento y el lenguaje por centrar su estudio solo en la conducta observable.

Otra escuela, la psicología cognitiva, surge a fines de los años cincuenta como una disciplina que se dedica al estudio científico de las estructuras y los procesos mentales. Esta corriente surge en un contexto en que las nuevas tecnologías, como las computadoras tenían un gran desarrollo; habían numerosos aportes de distintas áreas del conocimiento, como la lingüística y la biología, lo que ofrecía a la psicología un campo importante de trabajo interdisciplinario. El psicólogo pionero de esta escuela era el norteamericano Ulric Neisser.

Esta escuela a diferencia del conductismo propone un nuevo abordaje de los procesos psicológicos, se trata de un estudio objetivo de lo subjetivo, una psicología objetiva que estudie lo mental, que con una metodología objetiva y rigurosa se estudie la memoria, las emociones, el lenguaje, el razonamiento, la atención y la percepción.

Para la psicología cognitiva es central estudiar cómo desarrollan los seres humanos su conocimiento del mundo y de sí mismos. Estudia cómo el ser humano percibe el mundo, como aprende, cómo construye la realidad y se apropia de la cultura. También se utilizó el método experimental y la observación.

Algunas líneas teóricas dentro de la psicología cognitiva son los trabajos del psicólogo norteamericano Jerome Bruner, que estudia el lugar de la cultura en el desarrollo cognitivo; y el enfoque psicogenético de Jean Piaget y Lev Vygotski que estudian la construcción de la inteligencia.

La psicología como el estudio de la conducta observable:

En 1904 el fisiólogo ruso Ivan Pavlov ganó el premio Nobel por sus estudios sobre el condicionamiento de la conducta en perros, basado en el modelo estímulo-respuesta, que implica el análisis de la observación de una conducta (la respuesta) que sigue a la presentación de algo que provoca dicha respuesta (el estímulo). A través del experimento Pavlov hacía sonar una campanilla cada vez que daba de comer carne a un perro. El perro salivaba cuando la carne llegaba a su boca. Después de repetir varias veces este procedimiento descubrió que el perro salivaba al oír la campanilla, aun cuando no le diera carne. Había sido condicionado a asociar el sonido con la comida. Llamó a esta respuesta reflejo condicionado. Esto fue utilizado para explicar cómo las diferencias entre los individuos son el resultado de aprendizajes diversos. Esto fue tomado por el conductismo desarrollado primero por Watson y popularizado por Skinner (1948-Estados Unidos), quien planteaba que, el condicionamiento, a través de las recompensas que la sociedad otorga a las personas cuya conducta se adapta a lo que es valorado por ella, gobierna todas las facetas de la vida humana.

SISTEMA PSÍQUICO:

El psiquismo es el conjunto de manifestaciones de la mente humana que se organizan de un modo particular, a esta organización se la llama estructura de la personalidad.

El psiquismo fue estudiado por Sigmund Freud, el creador del psicoanálisis.

El psicoanálisis comenzó con el tratamiento de una mujer que era paciente del médico Joseph Breuer. Freud, que era su discípulo, la llamó Anna O. en sus escritos. Esta mujer sufría una parálisis en su brazo y pierna derecha, náuseas y dificultades en la visión. A partir de estos síntomas fue diagnosticada como histérica. La histeria en esa época era poco comprendida y muchos médicos pensaban que los pacientes fingían sus síntomas. Breuer le aplicó un tratamiento nuevo en esos casos, la hipnosis. Al hipnotizarla la paciente pudo recordar hechos de su pasado que había olvidado, contó que su padre enfermo a quien ella cuidó unos días antes de morir le preguntó la hora, ella miró el reloj con los ojos llenos de lágrimas y no pudo ver bien la hora. Al recordar esto su problema de la visión desapareció.

Esta paciente denominó el método empleado en su terapia talking cure (método de la conversación).

Breuer concluyó que los síntomas de Anna O. estaban causados por acontecimientos traumáticos del pasado y que el recuerdo de esos sucesos tenía sobre ella un efecto catártico. El tratamiento logró que los síntomas desaparecieran, pero surgió una complicación, la paciente se había enamorado del médico y demandaba constantemente su atención, lo que producía los celos de su esposa. El médico puso fin al tratamiento y Anna sufrió un embarazo imaginario; se había producido lo que tiempo después Freud describiría como transferencia.

Breuer le cuenta a Freud sobre este caso, y así Freud comenzó a utilizar el método de la talking cure con sus pacientes, que luego se va a llamar asociación libre.

Freud planteó que la emoción contenida luego de vivir un hecho traumático se expresaba a través de síntomas, y los llamó síntomas neuróticos. Estos hechos no eran recordados por los pacientes, solo aparecían los síntomas. Al principio se los hacía recordar mediante la hipnosis, pero luego este método fue abandonado, porque con el tiempo reaparecían algunos síntomas; y se comenzó a trabajar con un método que dio mejores resultados, la asociación libre. Se analizaban a través de este método los actos fallidos y los sueños.

Este método permitía conocer los fenómenos del inconsciente. La instrucción para utilizar la asociación libre es instar al paciente para que diga todo lo que se le ocurra en relación a una palabra, un recuerdo, color, o simplemente hablar de lo que quiera en una sesión. Nada es insignificante ni arbitrario. En el tratamiento, después de asociar libremente, el individuo reflexiona sobre lo que ha dicho, guiado por el terapeuta.

El análisis de los sueños es el camino más importante hacia el inconsciente, tienen un sentido que puede ser descubierto en el tratamiento psicoanalítico.

En su primera teoría del aparato psíquico Freud distingue tres niveles de conciencia: conciente, preconciente e inconciente.

El nivel conciente está formado por percepciones y recuerdos que están presentes.

El nivel preconciente está constituido por pensamientos y recuerdos que no están presentes en nuestra memoria, pero que se pueden recuperar, por ejemplo un número telefónico.

El nivel inconciente está compuesto por vivencias que fueron olvidadas, por deseos o impulsos reprimidos que no llegan a la conciencia.

Entre el preconsciente y el inconsciente opera la censura, cuya función es la represión de los deseos e impulsos. La censura solo se relaja relativamente durante el sueño, lo que permite que los deseos reprimidos se expresen en él, aunque de manera disfrazada.

LA PSICOLOGÍA EN ARGENTINA:

Hugo Vezzetti, profesor de historia de la psicología en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, plantea que se distinguen dos momentos importantes en el desarrollo de la psicología en nuestro país. El primer periodo, hacia 1900, se caracteriza porque la psicología carece de un perfil de profesionalización. Es decir que no hay psicólogos profesionales sino diversos actores sociales (intelectuales, filósofos, médicos, pedagogos) que analizan e interpretan una serie de fenómenos a la luz de conceptos y temáticas del campo de la psicología, en busca de la resolución de problemas prácticos. Algunos de los temas estudiados eran: la vida psíquica, la conciencia, la conducta, la personalidad, los grupos sociales, la niñez y la educación. En esa época Victor Mercante escribió sobre la infancia y la adolescencia y publicó el libro “La crisis de la pubertad” en 1918; José Ingenieros publicó “Principios de Psicología” en 1911 y José María Ramos Mejía  escribió “La neurosis de los hombres célebres”. José Ingenieros nació en Italia  en 1877 y arribó al país en 1885 junto con su familia. Murió en 1925. En la Argentina de principios de siglo desarrolló una fecunda actividad científica, académica y cultural. Es considerado como uno de los pioneros en el estudio de la psicología y la psicopatología en nuestro país. Fue autor de numerosas publicaciones, colaboró en revistas científicas y culturales y militó en el Partido Socialista Argentino.

El segundo periodo que establece Vezzetti se ubica en la década de 1950 y se define por la creación de la carrera de Psicología de nivel universitario y la posterior profesionalización del quehacer del egresado, que recibe el título de licenciado en Psicología.

En el año 1954 se realiza el primer Congreso Argentino de Psicología en San Miguel de Tucumán, en el que se debate la importancia de la formación del psicólogo profesional. La Universidad de Buenos Aires crea la carrera de Psicología en 1957.

Por esa época, la psicología y el psicoanálisis no sólo eran objeto de estudio académico sino que también se articularon activamente en las discusiones culturales y comenzaron a ocupar espacios mediáticos en diarios, revistas y televisión. ¿Cómo criar a los hijos?, ¿Estamos deprimidos los argentinos?, y tópicos por el estilo aparecían en los debates de los medios, con opiniones de psicólogos y psicoanalistas.

El Psicoanálisis en Argentina:

En nuestro país la lectura de la obra de Sigmund Freud es temprana. José Bleger, un médico psiquiatra, autor de “Psicología de la conducta”, asume la primera cátedra de Psicoanálisis que se dicta en la carrera de Psicología de la Universidad de Buenos Aires en 1959. En su clase inaugural Bleger plantea que los contenidos a impartir en la carrera “deben cubrir todos los aspectos del psicoanálisis, historia, técnica, teoría, la formación del psicoanalista, la extensión del psicoanálisis aplicado y sus perspectivas, su desarrollo y disidencias, sus planteamientos y problemáticas que involucra. Sostiene que aprender y enseñar debe consistir en reexaminar y no solo repetir; problematizar y hacer sentir la información como algo vivo, en movimiento y en continua creación. En la actualidad, la carrera de psicología se dicta en distintas universidades públicas y privadas del país.

Argentina es uno de los países de América Latina con un gran desarrollo del psicoanálisis, especialmente a partir de la llegada al país de discípulos de Freud, como Marie Langer, Ángel Garma y otros, que se produjo con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

 Ángel Garma, médico español, quien había participado del Instituto Psicoanalítico de París, desembarcó en Argentina en 1938. La hegemonía del estalinismo en Rusia y el nazismo en Alemania bloqueó las posibilidades de desarrollo del psicoanálisis en Europa. Entre 1932 y 1941 abandonaron Europa los psicoanalistas freudianos de la primera y segunda generación.

Junto a Pichon Riviere una de las fundadoras de la Asociación Psicoanalítica Argentina fue Marie Langer. Junto a figuras destacadas en su formación en Psicoanálisis acontece una reunión no oficial con el objetivo de fundar en Buenos Aires la Asociación Psicoanalítica Argentina-A.P.A. (1940). El proceso de institucionalización del Psicoanálisis en Argentina comienza con el reconocimiento oficial de la A.P.A. por la Asociación Psicoanalítica Internacional (1942).

La Psicología en la época del Terrorismo de Estado:

La última dictadura militar (1976), comportó consecuencias terribles para el campo de la salud mental de la población. No solo se produjo la persecución y desaparición sistemática de estudiantes y profesionales; también tuvo efectos en las teorías y prácticas: comunidades terapéuticas, las experiencias piloto en los hospitales monovalentes, y en los primeros servicios en Hospitales Generales. Sus efectos también comprendieron el desprestigio de las prácticas y teorías, junto con la desarticulación de los espacios gremiales. A nivel académico, implicó la pérdida de autonomía universitaria, el cierre de muchas de las carreras de Psicología así como el desmantelamiento de sus planteles docentes por cesantía y desaparición de muchos de sus profesores.

Los efectos de la última dictadura cívico-militar (1976-1983) impactaron en la carrera de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que se desarrolló durante estos años bajo la figura del cupo cero, la cual no permitía la inscripción de nuevos alumnos.

En aquella época Beatríz Leonor Perosio ocupaba el cargo de Presidenta de la Asociación de Psicólogos/as de Buenos Aires (APBA) desde 1977 y de la Federación de Psicólogos de la República Argentina (FePRA), siendo secuestrada por los militares el 8 de agosto de 1978.

Desde el inicio de la dictadura, estaban prohibidas las reuniones gremiales, y la Copra, la entidad que reunía a los psicólogos de todo el país, prácticamente desaparece. Pero en diciembre del 77 se vuelve a crear una entidad nacional, la Fepra. Perosio estaba en el grupo fundador y fue la primera presidenta de la Fepra. Hace unos años la Fepra decidió poner su nombre al premio al mejor trabajo científico en cada Congreso Argentino de Psicología.

Perosio era una militante política, comprometida con la niñez, que bregó para que la investigación, la ciencia y la cultura sean patrimonio del conjunto de la comunidad.

El 8 de agosto, es una jornada de memoria para el mundo psi y para la comunidad en general. Se conmemora el Día Nacional del Psicólogo y la Psicóloga Víctima del Terrorismo de Estado. La fecha fue instituida por ese día de 1978 en el que desapareció quien fue presidenta de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA) y de la Federación de Psicólogos de la República Argentina (FEPRA), las entidades que estuvieron al frente de la lucha para que la psicología dejara de estar bajo la tutela médica y para que se pudiera ejercer la tarea clínica autónomamente, entre otras incumbencias que trajo la Ley de Ejercicio Profesional de la Psicología, que se sancionó en 1985, sólo un poco después de la reinstalación de la democracia”. Las carreras de Licenciatura y Profesorado en Psicología fueron reabiertas en 1984.

PSICOLOGÍA SOCIAL Y PSICOANÁLISIS EN ARGENTINA

 El impacto causado por el movimiento psicoanalítico de Freud sobre el pensamiento humano fue de tal magnitud que sobrepasó el dominio de la psicología y cambió la concepción de ser humano construida en la modernidad.

Fueron muchas las contribuciones del movimiento psicoanalítico a la psicología social, entre ellas los estudios sobre la cultura, los estudios sobre la estructura y dinámica familiar, los trabajos sobre el proceso de socialización y el funcionamiento de los grupos.

Sigmund Freud fue el fundador del psicoanálisis. En el ejercicio de la medicina en Viena (Austria), a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, al ver que sus pacientes sufrían diferentes síntomas neuróticos (tos, ceguera, afonías, depresión, etc.), pero sin encontrar una causa médica, sino emocional, se interesó en la psicología y comenzó a desarrollar su teoría psicoanalítica. Específicamente se dedica al estudio del inconciente, aquellas vivencias que hemos olvidado, en gran parte de la infancia, pero que producen un efecto duradero en nuestra vida. Descubre que el inconciente se manifiesta a través de los síntomas, sueños, actos fallidos y  chistes. Por lo que él creyó que se podían conocer las causas inconcientes del sufrimiento, lo que producía un alivio en los síntomas.

Con la obra de Freud cambia el pensamiento de la modernidad. En la época moderna se creía que el ser humano era un ser puramente racional, dueño de sus actos. Freud demuestra que el ser humano también es irracional, guiado por las emociones, no siempre por la razón.

El psicoanálisis influyó mucho en las ciencias sociales y es una de las corrientes más importantes de la psicología.

En nuestro país la lectura de la obra de Sigmund Freud es temprana. En Buenos Aires se funda en 1942 la APA (Asociación Psicoanalítica Argentina). Uno de sus fundadores fue el médico Enrique Pichón Riviere, quien fue también el creador de la psicología social Argentina.

En 1957 se crea la carrera de psicología en la Universidad de Buenos Aires, y muchos de los profesores que fueron a dar clases se habían formado en la APA, entre ellos José Bleger, quien se dedica a enseñar la historia del psicoanálisis, su técnica, teoría y planteos centrales.

Enrique Pichón Riviere nació en Ginebra Suiza en 1907 y vino a vivir a la Argentina junto a sus padres cuando era pequeño. Estudió medicina en Bs As. y una vez recibido comenzó a trabajar en un hospital psiquiátrico. Allí se encuentra con el problema del paciente abandonado, casi nadie visitaba a estas personas, los pacientes estaban aislados y los enfermeros no tenían conocimiento sobre cómo actuar en la emergencia ni cómo contener a la familia, no había un trabajo en equipo para reflexionar y comprender el problema de salud mental del paciente. Este maltrato lo analiza como un problema de comprensión del cuadro del paciente y de falta de comprensión conjunta entre profesionales. Descubre lo que llama fracturas vinculares.  Había una fractura entre la familia y el hospital psiquiátrico, la familia y el paciente, los enfermeros entre sí o con el médico;  no había diálogo, nadie le explicaba a la familia del paciente cuál era su problema, qué tratamiento recibiría, no se ofrecía contención a la familia. Lo que busca entonces es fortalecer esos vínculos, que haya trabajo en equipo. Propone que los profesionales puedan reflexionar en conjunto sobre el caso de cada paciente, capacitó a los enfermeros para que pudieran teorizar toda su experiencia. Se instituye una lectura psicosocial y una nueva modalidad de trabajo en el hospital, permitiendo que los enfermeros puedan sistematizar  su experiencia adquirida, mejorando así la atención a los pacientes y su familia. A partir de ese trabajo y su formación en psicoanálisis, Pichón Riviere empieza a elaborar su teoría sobre los grupos, haciendo una articulación con el psicoanálisis. Definió a la psicología social como una ciencia autónoma, aunque hoy se la considera una rama de la psicología. Decía que es una ciencia que estudia la interacción social y que está orientada hacia un cambio social.

A partir del concepto de vínculo fundamenta el pasaje del psicoanálisis a la psicología social. Con este concepto plantea que no hay individuos como unos, recortados y aislados, sino que siempre hay estructuras vinculares, seres entramados. La calidad de vida de los seres humanos depende de la calidad de los vínculos que sostienen con otros seres que les sean afectivamente significativos.

 Al igual que este médico otros autores se dedican a relacionar la psicología con lo social y hoy se sabe que la psicología es inseparable de lo social. Para esto los aportes de este autor fueron muy importantes. Va a decir que la psicología social es un campo de saber especializado en las tramas vinculares humanas, el psicólogo social desarrolla su intervención en grupos, organizaciones y comunidades. Su compromiso es con el cambio a una sociedad más equitativa.

Se desarrollan nuevos conceptos teóricos en psicología y surgen nuevas especializaciones y campos de práctica como la psicología social comunitaria. También se desarrolla dentro del ámbito clínico la terapia de grupos, la terapia familiar, el psicodrama, la psicología institucional y las comunidades terapéuticas.

Pichón crea los GRUPOS OPERATIVOS DE APRENDIZAJE, una técnica de trabajo grupal. Uno de sus discípulos más importantes fue Fernando Ulloa, quien junto con José Bleger se dedicó a la psicología institucional y social; estas corrientes tenían mucha influencia del psicoanálisis.

LOS GRUPOS:

Un grupo es un conjunto restringido de personas (grupo pequeño o mediano) que interactúan compartiendo un espacio físico y un tiempo determinado y se proponen de manera explícita o implícita, realizar una tarea. Durante este proceso se produce un dinámico interjuego de roles y la construcción de un nosotros. La internalización recíproca o la mutua representación interna es uno de los organizadores del grupo como estructura, es decir, que es un rasgo esencial y constitutivo del grupo; es un rasgo instituyente del grupo, le otorga a esa multiplicidad de sujetos una unidad y una interdependencia, rasgos característicos de toda estructura o sistema. En los grupos pequeños se va construyendo una mutua representación interna a partir de un proceso, de una praxis, por la que cada integrante participa de una situación. La relación que hasta ese momento era anónima, exterior, se transforma en una relación de interioridad, es decir, se cuenta con el otro, que está presente. Este otro es reconocido como significativo para mí, se instituye una estructura de relaciones entre sujetos. Estructura en movimiento, constituida a partir de necesidades.

Para conformar un grupo primero debemos conocernos, para esto hay algunas técnicas de presentación.

Hay tres condiciones para definir un grupo:

-Cuando los integrantes se definen como grupo.

-Cuando los integrantes comparten creencias.

-Cuando llevan a cabo alguna actividad coordinada.

Tipos de grupos:

Los grupos pequeños:

Grupo primario: Entre sus integrantes se establecen lazos afectivos. La familia y el grupo de amigos.

Grupo secundario: Dan respuesta a necesidades sociales específicas. Los compañeros de clase, de trabajo, de una actividad deportiva.

Si hacemos un abordaje comunitario, o realizamos un trabajo grupal lo primero que hacemos es conformar un grupo; entonces se va a construir una mutua representación interna al trabajar durante un proceso, en donde se produce una dialéctica entre sujetos, es decir que se influyen mutuamente y se constituyen recíprocamente. Esta interacción produce efectos, es decir la modificación de los sujetos.

En la interacción es fundamental la palabra, la comunicación; también la mirada. Con la mirada podemos transmitir un mensaje, no solo con la palabra. Puede ser una mirada crítica, que juzga, pero también puede ser una mirada solidaria, comprensiva, de encuentro; entonces no solo puede inmovilizar, también puede movilizar.

También cuando consideramos al otro como otro se abre la posibilidad de un intercambio e interacción más rica, es decir que aceptamos la diferencia, que el otro piensa diferente. Cuando se trabaja en grupo no se pierde la identidad, se pierde el individualismo para ganar en cooperación.

Roles grupales:

José Bleger partiendo de Pichón Riviére define al grupo operativo como un conjunto de personas con un objetivo común que intentan abordar trabajando en equipo.

Deben pretender alcanzarlo trabajando en equipo para que sea un grupo operativo. Por ejemplo, un equipo de fútbol podría definirse así. Una buena parte del trabajo del grupo operativo consiste en aprender a trabajar en equipo, de trabajar en forma cooperativa.

Pichón Riviere utilizó esta técnica de trabajo grupal.

En los trabajos en grupo se asumen diferentes roles. Un rol es un modelo organizado de conducta relativo a una posición de un individuo en una red de interacción. Se asumen dialécticamente diferentes tipos de roles (líder, chivo emisario, saboteador y portavoz). En los grupos operativos habrá un coordinador quien debe contribuir desde sus señalamientos a favorecer el nivel de operatividad grupal y mejorar el aprendizaje y la comunicación. Los roles no son fijos, son rotativos, y si se estereotipan es que el grupo está bloqueado por lo que el coordinador deberá intervenir para romper esa estructura.

Portavoz: es aquel que enuncia algo y aquello que anuncia dice algo de lo que está pasando en el grupo. Él lo transmite como algo propio sin saber que tiene significación grupal. Es quien detecta la situación grupal de la cual además es parte. Algo de la situación grupal lo toca a él más que a otro. Por eso en diferentes situaciones grupales pueden aparecer distintos portavoces. Denuncia lo implícito, lo que está sucediendo subyacentemente. Él desde su historia está movilizando algo pero, al mismo tiempo, es movilizado por una situación grupal de la cual es portavoz.

Chivo emisario: Es un tipo especial de portavoz. Es el depositario de aquellos aspectos negativos que la tarea ofrece al grupo, por lo que es muchas veces segregado. Se lo hace cargo de cosas que son negativas.

Saboteador: Es aquel integrante que en determinado momento del proceso grupal asume el liderazgo de la resistencia al cambio, se encarga de sabotear toda propuesta.

Líder: Es aquel en el cual se depositan los aspectos positivos de la tarea. Es quien lleva adelante los objetivos grupales.

Hay diferentes momentos en la conformación de un grupo, un primer momento que se llama afiliación, donde los integrantes se empiezan a acercar al grupo y a la tarea, pero todavía guardando cierta distancia; luego en la pertenencia hay un mayor grado de identificación entre los integrantes y con la tarea, porque existe un mayor compromiso, se sienten integrados al grupo. Dejan de sentirse individuos aislados para pasar a ser un nosotros grupal. Aparece la cooperación que es la capacidad de operar en conjunto, de ayudarse mutuamente los unos a los otros.

ROL DEL COORDINADOR DE GRUPOS:

El coordinador es el facilitador de la comunicación y el aprendizaje, participa activamente con el grupo en la construcción de nuevos conocimientos. Es importante que acompañe al grupo pero posibilitando siempre su autonomía y crecimiento.

Hace una lectura de los emergentes grupales: que se dice, de que se habla, que es lo que no se dice ni se hace, cómo es la relación entre las personas, e intenta desde su lectura e intervención ver lo oculto. Promueve la salud de los integrantes evitando interpretaciones fuera de encuadre que resulten agresivas o invasoras.

Funciones del coordinador de grupos:

        Crear, fomentar y mantener la comunicación.

        Proponer actividades que faciliten el vínculo y la tarea (consignas claras).

        Señalar los obstáculos que se presenten en la tarea.

        Contribuir a elaborar y resolver contradicciones.

        Analizar las ideologías subyacentes.

        Promover la indagación.

        Sostener el encuadre.

        Detectar las situaciones emergentes.

        Reflexionar acerca de la relación entre los integrantes y con la tarea.

        Analizar los roles.

        Ayudar al reconocimiento de necesidades y objetivos comunes.

        Hacer explícito lo implícito de la actividad grupal.

        Acompañar el aprendizaje grupal desde el campo afectivo y conceptual.

 El coordinador reflexiona con el grupo acerca de la relación que los integrantes tienen entre sí y con la tarea (observa esos dos planos). Podrá visualizar los obstáculos en las relaciones (competencia, malentendidos, etc.), y obstáculos en relación con el objetivo (incumplimiento de la tarea).

Un conflicto en la relación entre los integrantes puede dificultar la tarea. Las dificultades en relación con la tarea generan conflictos en la relación grupal.

Hay distintos estilos de coordinación y liderazgo:

Estilo autoritario:

Es autoritario, ordena y decide por el grupo.

Estilo abandónico:

Deja hacer aun cuando el grupo no resuelve sus dificultades. No acompaña al grupo.

Estilo democrático:

Es organizador, solidario, democrático, interesado en el otro. Orienta y acompaña al grupo, respetando su autonomía y permitiendo que los integrantes crezcan, delega responsabilidades; así el grupo se vuelve más creativo.

 CAMPOS DE PRÁCTICA DE LA PSICOLOGÍA:

 Existen distintos campos de aplicación de la psicología como la psicología social comunitaria; psicología institucional, psicología clínica, psicología forense, psicología laboral, psicología educacional, investigación y docencia.

Psicología clínica: se lleva a cabo en el consultorio privado, o en el ámbito de la salud pública como ser un hospital o centro de salud. El psicólogo realiza su intervención en función de la problemática planteada por los pacientes; puede ser una terapia individual, grupal, de pareja o familiar.

El psicólogo clínico es un profesional que recibe al consultante afectado por alguna forma de sufrimiento anímico, por sufrir determinados síntomas. Pueden ser fobias, afecciones psicosomáticas (una afección corporal por causas anímicas, preocupaciones por problemas familiares que la persona no sabe cómo resolver, por problemas de adicción, etc.). En la terapia se busca la superación de las causas del sufrimiento a partir de la escucha, el diálogo  y las devoluciones del psicólogo. El marco teórico de la clínica puede ser diferente según la formación de cada terapeuta. Hay terapias psicoanalíticas, conductuales o terapias breves. Algunos psicólogos se dedican exclusivamente a la atención de niños y adolescentes, y otros atienden a adultos y ancianos.

En el caso de las terapias breves el psicólogo y el paciente se focalizan en un problema que preocupa a la persona que consulta. El psicólogo ayuda al paciente a establecer cuál es el problema, como se ha formado y por qué se sigue perpetuando. Una vez establecido este diagnóstico el psicólogo propone algunos caminos en dirección al cambio, puede ser un cambio de conducta, o un cambio en las ideas, o en la forma en que se interpretan las situaciones. En el transcurso de la terapia el paciente aprende a comunicarse de otro modo, a resolver conflictos interpersonales (en la pareja, en la relación con los hijos o con los padres, en el trabajo, etc.) y a expresar sus sentimientos con claridad. En las psicoterapias breves el psicólogo y el paciente se proponen lograr un objetivo, y una vez conseguido la terapia llega a su fin.

En el caso de las terapias psicoanalíticas el trabajo es similar, pero a diferencia de la anterior son terapias que requieren un poco más de tiempo, el cual depende de cada persona, debido a que no solo se focaliza en un problema puntual, sino que se trabaja más en profundidad sobre distintos temas relacionados con la historia del paciente y diferentes áreas de su vida. El psicólogo escucha al paciente, analiza sus sueños, y de esta manera se  intenta acceder al inconsciente, que son aquellas representaciones que cayeron bajo la represión y que no pueden ser recuperadas por la conciencia, pero que producen efectos en nuestra vida actual. A partir del método del psicoanálisis que se llama asociación libre de ideas se pueden buscar las huellas del inconciente, que se expresan a partir de los sueños, actos fallidos, síntomas y chistes. Se busca que la persona tenga mayor poder sobre su vida, que pueda tomar decisiones, resolver sus problemas y tener más bienestar en su vida cotidiana.

En las terapias cognitivo conductuales se busca lograr cambios en la forma de enfocar los problemas y en la conducta, para que la persona se sienta mejor. En este caso no se trabaja con el inconciente, sino con la conciencia y se centra en las dificultades del presente. 

Estos son tres de los modelos principales de trabajo en la psicología clínica, según el marco teórico el psicólogo tendrá un abordaje terapéutico diferente.

El ámbito de la psicología forense es otro campo importante de intervención. Es una especialidad de la psicología que se nutre de la Sociología, la Antropología, la Psicología y el Derecho. Desarrolla su actividad en estudios jurídicos, el poder judicial, cárceles, centros de atención a las víctimas, poder legislativo, institutos de contención para adolescentes en conflicto con la ley penal, minoridad, organismos de promoción y protección de derechos. Realiza peritajes, orienta a familias en diferentes problemáticas, por ejemplo casos de violencia familiar, de vulneración de derechos de niños y adolescentes, de adopción, atención de adolescentes o adultos que han tenido un conflicto con la ley. El psicólogo forense utiliza recursos de la psicología clínica, social e institucional y técnicas de exploración psicológica. Trabaja de manera interdisciplinaria con otros profesionales, integrándose con espíritu de equipo para comprender de manera científica y humana los problemas psicológicos de los sujetos que reciben su atención. Lo central es la relación de las personas con la ley y la responsabilidad que el sujeto asume en relación a sus propios actos. El rol del psicólogo forense es pensado en el marco de los derechos humanos y la justicia social y su práctica no debe reducirse a la de un técnico que administra pruebas psicológicas, por lo que se interesa por la salud mental y el bienestar de la persona que recibe su atención.

Otro campo de intervención es la psicología social comunitaria. Los psicólogos que se especializan en este campo trabajan en las comunidades, por ejemplo en los barrios a través del municipio, o en un hospital público. Una comunidad es un conjunto de personas que tienen características en común, un sentido de comunidad, interacciones entre ellas y una cultura común. El sentido de comunidad se refiere a que todos se sienten parte de esa comunidad, por ejemplo una escuela, un club, un vecindario. Las interacciones sociales consisten en los intercambios entre las personas. La cultura se refiere a códigos de significaciones que son compartidos aunque no homogéneos.

El trabajo de los psicólogos en una comunidad se relaciona con la prevención y promoción de la salud. Se trabaja con los aspectos positivos, los potenciales de cada persona, para que los despliegue en beneficio de su propia comunidad, en un proyecto común. Ayuda a los integrantes del barrio a resolver un problema, a partir de una necesidad que surge en esa comunidad. Por ejemplo se organizan reuniones en una unión vecinal para hablar de los problemas del barrio y los vecinos plantean su preocupación por la deserción escolar. Organizan entonces junto al psicólogo, también puede acompañarlos un trabajador social, talleres de apoyo escolar para los niños y un comedor escolar. El psicólogo busca fortalecer a la comunidad y a las personas que integran esa comunidad.

Se trata de un psicólogo que trabaja como facilitador de procesos de participación en los que la comunidad optimiza y se apropia de recursos para generar cambios, es un trabajador de la salud superador del enfoque restrictivo de la salud, orientándose hacia el logro del desarrollo humano integral, de un mayor bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida. Es fundamental la participación de las personas y son ellas mismas quienes definen sus necesidades.

Esta psicología es social porque tiene como función primordial organizar a la comunidad para cambiar su condición de vulnerabilidad. Se trata entonces de FORTALECER (empoderar) a la comunidad. Para lograr este fortalecimiento es fundamental la PARTICIPACIÓN, que se refiere a la acción desarrollada por los integrantes de la comunidad en función de objetivos generados a partir de necesidades sentidas y de acuerdo con estrategias colectivamente definidas, basadas en la solidaridad y el apoyo social. Esta acción va acompañada del surgimiento de liderazgos comunitarios.

También es importante la CONCIENCIA, o concientización, que implica el desarrollo de la reflexión crítica y la comprensión del carácter histórico de los fenómenos comunitarios.

La AUTOGESTIÓN se expresa en la autonomía de las acciones y en la toma de decisiones concernientes a la comunidad. El COMPROMISO concierne al sentimiento ético de apego y obligación con los demás, que lleva a involucrarse en acciones colectivas con el fin de producir beneficios para todos.

Otro campo es la psicología educacional. Estos psicólogos trabajan en las escuelas y se ocupan de las dificultades de aprendizaje y los conflictos que surjan en las instituciones educativas. Temas como problemas de aprendizaje, repitencia, deserción escolar, violencia escolar, orientación a docentes, estudiantes y familia. La psicología educacional es clave para comprender y abordar la complejidad del aprendizaje en sus diferentes contextos, y estudiar aquellos aspectos psicológicos comprometidos con el aprendizaje en las diferentes edades del desarrollo humano. El trabajo del psicólogo educacional es interdisciplinario y tomará como uno de sus ejes la prevención y promoción de la salud.

Psicología laboral. Son psicólogos que trabajan en las empresas, en un equipo de recursos humanos en la selección de personal, en capacitación y orientación de los trabajadores nuevos, promueven la seguridad en el ámbito laboral, cuidando del bienestar y seguridad de los trabajadores. Las diferentes tareas del psicólogo laboral pueden ser:

-Selección de personal: asignando a la persona adecuada en cada cargo.

-Relaciones internas: velar por la seguridad e higiene en el ámbito laboral, crear ámbitos de encuentro para los empleados, monitorear el clima organizacional y definir planes de acción para su mejoramiento.

-Comunicación interna: Hacer accesible la información a todos los integrantes de la organización.

Un profesional de la psicología puede dedicarse a cualquiera de estos campos. Como vemos los psicólogos no solo trabajan en el consultorio realizando un tratamiento psicoterapéutico, también trabajan en diferentes instituciones (escuelas, hospitales, cárceles, centros de atención a la víctima, empresas).

Otros ámbitos de aplicación de la psicología son la enseñanza en los diferentes niveles del sistema educativo y la investigación psicosocial.

SOCIALIZACIÓN Y SUBJETIVIDAD:

 Los seres humanos somos seres sociales. Desde el momento en que nacemos aprendemos a vivir en sociedad. El niño recién nacido necesita de un otro para poder vivir, esto se llama prematuración humana, el niño necesita durante años del cuidado del otro a diferencia de los animales.

Los integrantes de una sociedad comparten determinadas ideas básicas en relación a cómo funciona el mundo y sobre los significados que otorgan a la vida. La forma de vivir en una cultura está tan incorporada en los sujetos que la comparten qué les parece natural. El proceso por el que se logra esto se llama socialización.

El proceso de socialización consiste en la interiorización (aprendizaje) de normas, creencias y valores de la cultura en la que vivimos. Esta asimilación permite que nos identifiquemos con nuestro grupo y nos sintamos parte de él. Por ejemplo, sentirnos parte del colegio.

La socialización es un proceso que se lleva a cabo durante toda la vida, y principalmente durante la infancia, etapa en la cual el ser humano adquiere nuevos conocimientos con más facilidad.

Se diferencian dos tipos de socialización:

Socialización primaria:

Es un proceso que se lleva a cabo en los primeros años de la infancia. Se produce la adquisición de la lengua y las costumbres de un grupo social. Se adquieren normas y valores. Se produce en el ámbito familiar o grupo de crianza.

Socialización secundaria:

Consiste en la asimilación de normas y valores en un nuevo entorno, es menos intensa y permite un reajuste de la socialización anterior. Se produce durante toda la vida. Por ejemplo en la escuela, en el trabajo, en el nuevo vecindario, si vivimos en otro lugar (provincia, país), en la universidad, etc.

Agentes de socialización:

Son aquellas personas o instituciones que intervienen en el proceso de socialización.

Existen muchos tipos de agentes socializadores: pueden ser personas (familiares, amigos), grupos grandes (sindicatos, asociaciones), instituciones (Iglesia, escuela, medios de comunicación) o también instrumentos (libros, películas).

Entonces a partir del proceso de socialización se aprenden normas, creencias y valores de una cultura. Las creencias son ideas compartidas sobre cómo opera el mundo, sobre algunas ideas hay pruebas, pero sobre otras no, como ocurre con las creencias religiosas. Los valores son criterios abstractos compartidos acerca de lo que es correcto, por ejemplo el valor otorgado a la familia o la amistad, también valores como el respeto y la solidaridad.

Las normas son reglas sobre lo que las personas deben o no deben hacer en una situación determinada.

El proceso de socialización es inseparable de otro proceso llamado subjetivación, que es la producción de subjetividad.

Pensarnos como sujetos en vez de individuos implica no separar el nivel individual y el socio-histórico. La producción de subjetividad es el proceso que nos hace sujetos. En cada época y lugar el ser humano será atravesado por diferentes creencias, hechos y condiciones de vida que irán produciendo su subjetividad.

En nuestra cultura los adolescentes se subjetivan en dos instituciones principales, la familia y la escuela, pero también con su grupo de pares.

La adolescencia en sí es una construcción socio-histórica, no siempre existió una etapa de la vida con estas características y no todos los sectores sociales pueden vivirla, además adquiere muchas maneras de manifestarse, cada sujeto puede encontrar una en las condiciones que lo rodean.

El proceso de construcción de la subjetividad (manera singular de pensar, sentir y actuar de un sujeto en su contexto socio-cultural) no termina con la adolescencia, sino que continúa en la vida adulta y la vejez.

Referencias bibliográficas:

Carretero, Mario. Psicología. Bs. As Aique Polimodal. 2011.

Kornblit, Ana Lía. Psicología. Santiago de Chile. McGraw- Hill. 2004.